El 4 de Junio 2018 | 09:08
Pocas películas hay que hayan marcado más infancias que 'Toy Story'. Disney y Pixar (y ahora la unión de ambas empresas) siempre han tenido una especie de don a la hora de hacer que los niños guarden recuerdos muy especiales de sus películas. El factor nostalgia siempre influye bastante en este sentido; es algo que se acaba asociando directamente con la infancia, con la dulzura, con los años más inocentes, y esto hace que el recuerdo mejore notablemente.
Es por eso que 'Toy Story 4' era una de las secuelas más esperadas de este año. Los fans de la saga, ahora ya adultos en su mayoría, recibieron la noticia con gran entusiasmo, puesto que estaban deseosos de regresar a su infancia de la mano de Woody y Buzz. No obstante, se anunció hace relativamente poco que el estreno no podría tener lugar en 2018, sino que tendría que posponerse hasta 2019. No se dio ningún tipo de explicación, y la noticia cayó como un jarro de agua fría. Ahora, Annie Potts, quien daba voz a Bo Peep, ha explicado el porqué de este retraso, y todo comienza a cobrar sentido.
Se han reescrito muchas escenas, y necesitaban más tiempo
Continuar una historia que ha marcado tanto a la gente como es 'Toy Story' implica una responsabilidad bastante grande. Cualquier pequeña metedura de pata, o cualquier giro en el guion que los fans consideren poco apropiado, podría acabar siendo objeto de una crítica atroz. Es algo que los productores saben, y tienen muy en cuenta para que no suceda. Y quizás es uno de los motivos de que se hayan decidido a reestructurar tantas escenas.
Annie Potts ha explicado que "'Toy Story 4' tenía previsto estrenarse este año pero, de repente, quitaron tres cuartas partes de la cinta y la reescribieron. Normalmente se tardan dos años en realizar (las películas de animación) desde el principio hasta el final, pero como tiraron la mayor parte del guion a la basura y comenzaron de nuevas, esto ha hecho que mi tiempo en el proyecto se haya extendido un poco más. He trabajado bastante en él".
Potts ha señalado que, además, el estudio tenía mucha libertad a la hora de cambiar algo que no se ajustara realmente a lo que estaban buscando. "Son bastante graciosos estos de Pixar. Ellos se toman su tiempo, es un trabajo muy laborioso. Si no les gustan las escenas enteras, simplemente las tiran y las empiezan de nuevo; disponen de una gran libertad creativa para poder hacerlo". Puede que esta sea una de las claves del éxito de sus películas, las libertades que tienen a la hora de crear historias.
El estreno ya está confirmado para el 21 de junio de 2019, justo nueve años después de 'Toy Story 3'. Los seguidores de la saga la están esperando con muchas ganas, puesto que será el final de la franquicia (al menos, de momento).