Para el 18 de mayo se espera la llegada a las tiendas de todo el mundo 'The Witcher 3: Wild Hunt', la tercera entrega de las aventuras de Geralt de Rivia, que para The Witcher 3: Wild Hunt siempre han sido todo un reto y una forma de demostrar sus habilidades con todo el potencial técnico del que disponen con la tecnología actual.
Nada de espera
Una de las promesas de esta nueva entrega es la de hacer un mundo abierto, el más grande que se ha visto hasta la fecha en una entrega de 'The Witcher', pero eso viene acompañado de una gran duda y es referente a los tiempos de carga que puede ocasionar el tener un mundo tan amplio y que para muchos usuarios que no tienen un sistema potente puede ser un problema. Jonas Mattsson de CD Projekt Red se ha encargado de disipar todas estas dudas y ha comentado que uno de los retos que tienen con esta entrega es la de que sea lo más fluida posible y eso implica minimizar al máximo los tiempos de carga para tratar de no estropear la experiencia al jugador.
Jonas Mattsson asegura que si uno entra o sale de un edificio no habrá ningún tiempo de carga, pero que no quita que el juego carezca de ellos puesto que cuando empecemos el juego, carguemos la partida, la guardemos o muramos tendremos que ver una pantalla de carga puesto que la eliminación total de tiempos de carga es imposible. También habrá tiempos de carga con la función de viaje rápido que dependerá de si vamos muy lejos de nuestra posición actual, aunque entendemos que en esta ocasión no es posible eliminar los tiempos de carga, pero en el fondo se agradece que traten de minimizarlos y que estos no supongan un problema para los jugadores menos pacientes y no estropeen la experiencia de juego.