El 2 de Julio 2016 | 03:19
Este último E3 2016 ha sido un momento de transición para Nintendo cuando inicialmente se iba aplanear como una mera visita a California para mostrar el título que tantos años llevábamos esperando los fans de la licencia que actualmente produce Eiji Aonuma.
El héroe de Hyrule tendrá de nuevo que conquistarnos, pero esta vez todo será muy distinto, pues 'The Legend of Zelda: Breath of the Wild' es indudablemente una entrega distinta a todas las demás, con un enfoque cambiado y unos objetivos que poco a poco iremos viendo cómo se están centrando en cosas que hasta ahora podían pasar desapercibidas. Lanzarse a un mundo abierto no es fácil; dejar al jugador perdido en medio de la nada puede no sentarle bien a un Zelda, pero para saberlo tendremos que esperar hasta bien entrado 2017, pues mínimo hasta finales de marzo no podremos catar la última pericia de Link en Wii U y Nintendo NX.
El nuevo enfoque de las rupias
¿Y qué pasa con las rupias? Se trata de uno de los elementos que comentamos que van a cambiar, porque a juzgar por los vídeos y las declaraciones de todo un Eiji Aonuma, se trata de un objeto cuya función será distinta a anteriores capítulos; ya no será meramente la moneda de cambio en Hyrule sino que servirá como elemento intermediador para hacernos con otras cosas. En la demo siquiera había medidor de rupias, y aunque esto pueda cambiar en la versión final, todo hace indicar que ahora serán más bien un desbloqueable o una piedra preciosa que la moneda de cambio oficial del título.
Eso sí, ya se puede conformar que en 'The Legend of Zelda: Breath of the Wild' las rupias no aparecerán en cofres, tampoco en la hierba, sino que estarán escondidas por ahí, reforzando ese argumento que exponíamos sobre el nuevo enfoque de estas piedras de colores que tan conocidas y representativas son en la saga de 'The Legend of Zelda'.