Después de los desgraciados atentados del viernes en París, que terminaron con la vida de 132 personas, la información no deja de sucederse en relación a sus autores. Sin embargo, lo que nunca te imaginas es que terminarás escribiendo sobre ello en la revista de videojuegos de la que formas parte, pero ha acabado siendo así, porque según ha informado la prestigiosa revista Forbes, los terroristas podrían haber usado una PlayStation 4 para comunicarse entre ellos.
Una PlayStation 4 entre sus enseres
Desde entonces, se sabe que ya 8 de los autores han fallecido mientras uno está buscado por las fuerzas del estado francesas y belgas. Precísamente estos últimos han sido llevados por su investigación a un lugar cercano a Bruselas donde entre otros objetos, ha sido incautada una PlayStation 4. Sabemos que estos terroristas están en contra de todo lo que signifique ocio, diversión, libertad... Entonces, ¿qué pintaba allí una consola?
Las conjeturas de las autoridades belgas no se han hecho esperar, y el propio Ministro del Interior, Jan Jambon, ha mencionado que "PlayStation 4 utiliza un sistema de comunicación bastante más difícil de rastrear que el de aplicaciones como Whatsapp". Esto evidencia que podría haber sido una manera de comunicarse bastante más segura para ellos que unas llamadas telefónicas, mensajes de texto o e-mail en un país, Francia, que cuenta con 4.000 sospechosos de estar vinculados de alguna forma con el integrismo islámico.
También en Forbes mencionan algo interesante, y es que si bien los cuerpos de seguridad son capaces de elaborar perfiles o rastrear sospechosos a través de su actividad en Internet, es absolutamente imposible hacerlo a partir de lo que hagan en una plataforma como PlayStation Network. Esta no es ni mucho menos la primera vez que los videojuegos se ven envueltos en un tema de seguridad, ya que algunos documentos revelados por el popular Edward Snowden en 2013 relatan como agentes de la CIA y NSA se "infiltraban" en 'World of Warcraft' para rastrear indicios de un posible atentado.