Decir que una consola de nueva generación va a salir al precio de 300 euros es cuanto menos extraño teniendo en cuenta el panorama de los precios, y a eso hay que sumarle otros factores como el valor que añade un servicio como el Game Pass, lo que le permite a los nuevos compradores jugar a más de 100 juegos desde el mismo día del lanzamiento. Eso, dicho sea de paso, es exactamente lo que ofrece Xbox Series S. Pero aunque es un movimiento excelente de cara al consumidor, algunas voces en la industria se han alzado para decir que las especificaciones son significativamente más bajas de lo esperado si las comparamos con su hermana mayor, la Xbox Series X.
Una consola de nueva generación por 300 euros
Microsoft reveló las especificaciones oficiales de Series S la semana pasada, y la GPU y la RAM de la consola en particular son significativamente más bajas que las de la Series X. Ante esto, algunos desarrolladores han señalado que las deficiencias repercutirán en los juegos a la hora de programar para varias plataformas, y que eso supondrá una dedicación específica para dicha consola.
Sin embargo, Gavin Stevens, copropietario y director de diseño del estudio independiente Team Blur Games, no cree que vaya a ser un problema a tener en cuenta. En un texto donde desglosa las especificaciones de la consola, Stevens explicó que hay varios factores a tener en cuenta, que en resumidas cuentas significan que, si bien los desarrolladores tendrán que dedicar tiempo y recursos adicionales para adaptar sus juegos para Xbox Series S , la consola no frenará los gráficos de nueva generación.
Refiriéndose a la RAM, Stevens dice que si bien la de Series S es significativamente menor e incluso es algo más lenta, dado que la consola no ejecutará los juegos a 4K, no necesitará tanta RAM como la Series X. Stevens afirma que los juegos que se ejecutan a 1440p (que es para lo que está diseñada la Serie S) generalmente requieren alrededor de 4-8 GB de VRAM, y que la Serie S es capaz de manejar a la perfección, mientras que otras tecnologías, como Sampler Feedback Streaming, ayudarán en esa tarea.
En cuanto a la GPU, Stevens aborda directamente las afirmaciones que corren por la red, que señalan que la GPU de la Xbox Series S es supuestamente más lenta que la de la Xbox One X. Aunque sobre el papel, Series S monta 4 teraflops y Xbox One X 6 teraflops, Stevens señala que mientras que la GPU de One X está construida sobre la arquitectura GCN 4, la Series S usa RDNA 2, que es muchísimo más rápida que GCN, de forma generacional.
"La GPU GCN de 4 TFLOPS no funcionaría ni de cerca como la GPU RDNA2 también de 4 TFLOPS" -ha escrito Stevens-. "No podemos contemplar los números de esa manera. Cuando sumas el resto de mejoras que monta la Series S, como la transmisión de datos ultra rápida, mejoras del sistema IO, memoria más rápida, capacidad de raytracing, etc., la Series S directamente se come a la generación actual con Xbox One X, y esto no es una competición". -A continuación, Stevens señala que él espera que la mayoría de los juegos se mantengan a una resolución en Series S de 1080p en lugar de la cifra prometida de 1440p.
Stevens también ha querido mencionar el raytracing. Aunque Series S es capaz de mostrar dicha técnica, el creativo dice que él cree que la mayoría de los juegos no los mostrarán debido a las especificaciones de la consola. En cualquier caso también cree que en ningún momento la plataforma frenará el avance puramente gráfico de la nueva generación.
El texto es cuanto menos curioso, y presenta algunos puntos que tal vez muchos no han considerado, por lo que merece la pena echarle un vistazo. Para los interesados, está compuesto de más de cuarenta tweets, así que obviamente no vamos a incluir todos y cada uno de ellos en esta noticia. Para los interesados, pueden leerlo siguiendo el tweet incrustado de más arriba.