El 15 de Octubre 2015 | 05:30
Durante los últimos días hemos visto en múltiples medios a Takashi Tezuka respondiendo diversas preguntas, ya no solamente acerca de su trabajo en Nintendo sino su relación con otros grandes de la industria con los que ha pasado gran parte de su vida trabajando como Shigeru Miyamoto. El señor Tezuka ha querido estar siempre alejado de la fama, sin esa necesidad narcisista de los otros, capaces a su vez de sobrellevar el papel tanto de desarrolladores como de imágenes públicas.
Mantener una serie de estándares
En cualquier caso, Tezuka sabe perfectamente cuáles son las claves para hacer un 'Super Mario' prácticamente perfecto, los ingredientes para que la receta sea la de siempre y no haya partes que sepan diferentes al resto. Lejos de apartados como los gráficos ultrarrealistas o que los power ups se apoderen de todo el título dejando a un lado el control o la precisión en los saltos, para Tezuka estos son los factores que marcan la diferencia:
"Definitivamente hay que centrarse en la calidad del apartado jugable. No importa cuántos juegos de Mario lancemos, si nuestros usuarios no se divierten con ellos, estamos por tanto únicamente ante algo negativo para Mario. La calidad del diseño a nivel visual es algo muy importante; es también vital que trabajemos duro en asegurarnos que todo se vaya a mostrar todo la misma imagen de Super Mario en todos y cada uno de los diferentes juegos que lancemos".
Y a decir verdad parecen haberse tomado esto a rajatabla, pues si hay algo que no se les puede reprochar es que los juegos de hace veinte años se controlan y sienten prácticamente igual que hoy. Esto tiene también una vertiente negativa, y es que muchos títulos pueden empezar a vislumbrar falta de inspiración y estancamiento. Esperemos que, en el futuro, sepan darle una vuelta de tuerca a las aventuras de bigotudo.