Las comparaciones entre PS5 y Xbox Series X y su hardware han estado a la orden del día desde el momento que se supieron las especificaciones de ambas. Si bien cada una tiene sus propias fortalezas, es cierto que el SSD de PS5 parece bastante más capaz que el de Xbox Series X, no obstante esta última tiene más músculo computacional. En cualquier caso tendremos que esperar un poco para poder comparar con cierto margen de exactitud. Sin embargo, las declaraciones de los especialistas del sector no se han hecho esperar y tenemos opiniones de todos los tipos, algo que bajo nuestro juicio solo consigue confundir aún más a los usuarios.
Pero hablando en concreto del SSD, sabemos que, sobre el papel, el de PS5 es impresionante y parece ser más capaz que cualquier otro que haya actualmente en el mercado. Pero, ¿dónde deja eso al SSD de Xbox Series X? Según Jason Ronald, de Microsoft, director asociado de gestión de programas en Xbox, el SSD de la consola de Microsoft se centrará menos en los números totales y más en lograr un rendimiento constante y sostenido.
"Las cosas van más allá de los números que podemos o no compartir" -expuso Ronald en una entrevista ofrecida a Xataka-. "Nos hemos enfocado en optimizar la experiencia para que el desarrollador pueda ofrecer la mejor experiencia posible para los jugadores, en lugar de tratar de buscar ciertos números récord. Siempre nos hemos movido en términos de rendimiento constante y sostenido".
Ronald pasó a explicar por qué la consola utilizaba velocidades de reloj estáticas en lugar de variables, y que eso ejemplifica cómo Microsoft quiere hacer para los desarrolladores una experiencia amigable priorizando el desarrollo.
"Podríamos haber usado velocidades de reloj forzadas, podríamos haber usado velocidades de reloj variables" -señaló. "Pero la realidad de eso se traduce en que se hace más difícil de programar para los desarrolladores y optimizar sus juegos, a pesar de que de haberlo hecho, nos hubiera permitido presumir de más TFLOPS de los que ya tenemos. Pero ya sabes, eso no es lo importante aquí. Lo importante son las experiencias de juego que los desarrolladores pueden construir".
Equilibrio en un sistema poderoso
En otra parte de la entrevista, Ronald explicó que la arquitectura del sistema, que Microsoft llama Xbox Velocity, contribuye de manera integral al proceso de mover información en el SSD, lo que significa que hay que considerar más cosas además de los datos en bruto del propio dispositivo. Una técnica que forma parte de ese proceso es la llamada técnica de descompresión de hardware de la consola, que libera espacio en la CPU.
"Además del SSD NVMe, tenemos bloques de descompresión por hardware dedicados para maximizar el rendimiento del subsistema de E/S" -dijo Ronald-. "Podríamos haber consumido más de la mitad de los núcleos de CPU, y obviamente no queríamos hacer eso. Así que creamos hardware dedicado para delegar esa parte y sacarla directamente de la CPU ".
Xbox Series X saldrá a finales de año, y en julio Microsoft prepara un evento para enseñar los juegos de sus estudios internos. Si no queréis perderos ninguna novedad os instamos a seguir visitando la sección de noticias de Zonared.