Quinto diario de bitácoras que nos pone al día sobre la situación de Mar y Tina, las Calamarciñas, mientras esperamos a la llegada de 'Splatoon 2' para Nintendo Switch. Tras una sesión de cotilleo entre ambas que nos permitió conocer la situación actual de algunos de los personajes que vimos en la primera entrega, ahora toca más ración de novedades.
De regreso a Chipirona
Tina estaba colocando la ropa en su maleta. Estaba preparada para realizar un viaje a Chipirona. Se trata de un viaje decidido repentinamente después de encontrarse con un descanso de tres días seguidos, algo raro en su profesión. Después de su descanso, tendrá que retomar sus labores y comenzar los ensayos para su nuevo espectáculo, y no tendrá muchas más oportunidades para desconectar. Su manager fue el que le aconsejó que descansara y se relajara, ya que le haría bien.
Tina quiso que Mar le acompañara, pero esta última tenía una cita a la que no podía faltar. Así que Tina decidió salir de inmediato para no perder el poco tiempo que tenía de vacaciones. Mar la vio desde la estación, prometiendo a Tina que llegaría a Chipirona un día después. El tren de Cromópolis a Chipirona tarda tres horas y media, y no deja de ser un viaje breve y de lo más corriente. Aún así, sin Mar a su lado, Tina se sentía sola, y el trayecto se le hacía interminable.
Tina no había ido a Chipirona en mucho tiempo, por lo que sus padres se alegraron mucho de verla. Se sentaron juntos en el porche, disfrutando del sol, dejando que el día pasara mientras Tina les ponía al tanto sobre sus últimas hazañas en Cromópolis. Y entonces comenzó a recordar lo mucho que amaba al pueblo que le vio crecer. Puede que no pasaran muchas cosas en comparación con el ajetreo y el bullicio de la ciudad, pero el paso del tiempo se percibe de manera muy diferente en el pueblo, y eso relaja. Tina tomó una gran bocanada de aire fresco, lo expulsó, y sintió cómo las penas y preocupaciones se alejaban.
De vez en cuando mientras hablaba, los padres de Tina preguntaban si Mar estaba bien. Tina decía que por supuesto que estaba bien. Pero cada vez que esta pregunta se repetía, ella sentía un malestar en su interior, como si una aguja se le estuviera clavando cada vez más adentro.
"¿Sabéis?, ambas estamos muy ocupadas con nuestras cosas."
Mientras se esforzaba por responder con optimismo a las preguntas de sus padres, Tina se sorprendió al darse cuenta de que en realidad no sabía qué tal estaba Mar. Pero ella llegaría al pueblo mañana, se recordó a sí misma, y pronto los persistentes sentimientos de culpabilidad comenzaron a desaparecer. Tina se fue a la cama para que la mañana del día siguiente llegara cuanto antes.