El 23 de Mayo 2012 | 11:49
Shigeru Miyamoto es una de las figuras más importantes del mercado del ocio virtual, no sólo en Japón sino en todo el mundo. Algunos lo han considerado como la persona más emblemática del mundo de los videojuegos, y él siempre ha dado lo mejor de sí a la empresa de la que forma parte, Nintendo.
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Miyamoto ha ganado este galardón por delante de la agencia fotográfica Magnum y el filósofo francés Edgar Morin, y no es de extrañar, pues ya había quedado finalista en las dos ediciones anteriores. Pero no se le subirá a la cabeza, pues el japonés siempre ha sido una persona muy humilde, pese a que sus juegos hayan superado los 450 millones de copias vendidas.
Desde la Nintendo original hasta los últimos proyectos de la empresa, Miyamoto siempre ha estado ahí, ayudando al renacimiento del mercado de los videojuegos, que estaba en horas bajas cuando su 'Donkey Kong' y su 'Super Mario' revolucionaron el mercado, dando un giro de tuerca a los planteamientos originales que habíamos visto hasta entonces. ¡Y eso que empezó a trabajar como dibujante!
Vida y milagros de Miyamoto
Nació en Kioto el 16 de noviembre de 1952, en un pueblo de Sonobe. Sus padres eran profesores, y su educación fue estricta, según el mismo contó en su día. Disney fue su inspiración, y en primer lugar quiso hacerse profesional del dibujo, aunque finalmente se graduó en la carrera de Arquitectura. Cuando Space Invaders empezaba a tener popularidad, empezó a trabajar en máquinas arcade.
Con 24 años conoció al presidente de Nintendo, Hiroshi Yamauchi, gracias a su padre, y este lo contrató como artista del personal, pintando máquinas, y más adelante diseñándolas. Poco a poco fue ganándose la confianza del empresario, y tuvo su primera oportunidad en la reestructuración de las máquinas recreativas de 'Radar Scope', tarea que Miyamoto le asignó junto al ingeniero de la empresa, pues no habían logrado venderlas en norteamérica. Esa reconversión se convirtió en la primera versión de 'Donkey Kong'.
Miyamoto por aquel entonces no tenía conocimientos de programación suficientes para llevarlo a cabo, así que en primer lugar ideó la trama, y tras ello pidió a técnicos que lo realizaran, convirtiendose así en el primer juego cuya trama no se planteaba tras la creación del mismo, cosa que hoy en día sería absurda. El juego fue un éxito (aunque no fue nada fácil llevarlo a cabo), vendiendo 60.000 unidades y recaudando 180 millones de dólares. Es por ello que el juego tuvo sus dos secuelas, y al final acabó realizando, también para recreativas (y último juego arcade que hizo) el clásico 'Mario Bros.'.
De Japón a España
Miyamoto fue propuesto al premio por Gamelab, la Feria Internacional del Videojuego el Ocio Interactivo, de Barcelona, pues consideraban que éste "es el máximo exponente de una genial generación de creadores interactivos, que concibe el videojuego como un nuevo medio, capaz de unir a las personas en torno a una experiencia compartida, sin distinción de edad, sexo, condición social o cultura".
Miyamoto siempre ha estado al pié del cañón, dispuesto a participar en todas las novedades del mercado, tecnológicas y creativas, y gracias a él el mundo del ocio interactivo es tal y como los conocemos, y ha superado barreras convirtiendo a los videojuegos en un activador mental, físico y social.
Cuando Wii U salga a la venta, Miyamoto tendrá otro campo abierto en el que expresarse, y los cambios de jugabilidad que traerá el nuevo mando seguramente harán que la mente del creativo idee algún proyecto que triunfará tanto como sus últimas ideas, como 'Nintendogs' o 'Wii Fit', y es que a este hombre raramente se le ocurren proyectos que no sepan conectar con el público. Este premio es un justo reconocimiento a la carrera de un maravilloso autor y mejor persona, que esperemos que siga muchos años brindándonos sus genialidades y cambiando nuestra visión del mundo de los videojuegos.