El 6 de Marzo 2019 | 10:45
La salida de Bungie del entorno de Activision se celebró enormemente tanto fuera como dentro de la propia desarrolladora, pero la ruptura de ambas entidades, aunque amistosa, no fue tanto porque se les acabó el amor (que también), sino porque los creadores de 'Destiny' pusieron sobre la mesa cierta cantidad de dinero para poder comprar su libertad y salir por fin de aquel entorno que no les estaba beneficiando en nada.
164 millones de razones
La gestión de 'Destiny' ha sido, en términos generales, tan irregular que todos los jugadores saben que si fuese solo por Bungie, las dos entregas de esta saga habrían tenido una proyección diferente. Expertos en el shooter en primera persona gracias a la saga 'Halo', Bungie sabe perfectamente moverse en este entorno, pero al estar bajo el ala de Activision, los resultado fueron bastante más discretos de lo que ellos esperaban, Algo que intentaron solucionar en 'Destiny 2' y no pudieron.
Esto ocasionó la ruptura entre ambas empresas, aunque más que ruptura, tendríamos que decir que Bungie pagó para poder irse. La propia Activision ha compartido con sus accionistas un documento en el que se detalla que Bungie pagó 164 millones de dólares para poder librarse de las cadenas que le ataban legalmente a la compañía californiana. Esto implica que Activision Blizzard ya no tiene ningún derecho ni obligación con la saga 'Destiny' y que ahora es completamente propiedad de sus creadores. Esta licencia no consiguió cumplir sus expectativas económicas, pero les ha reportado (junto con otras) casi 400 millones de dólares en ingresos por micropagos.
El futuro de Bungie es ahora un completo misterio, ya que ahora vuelan solos y no sabemos si caerán en los brazos de otra compañía (Microsoft tiene muchas papeletas para ello) o si, por el contrario seguirán su camino solos sin ayuda de nadie.