El 27 de Junio 2013 | 10:59
La polémica sobre el carácter subliminal de la violencia en los videojuegos vuelve a la palestra. En esta ocasión el senador Chris Murphy ha decidido denunciar los comportamientos agresivos de personas con problemas mentales o con predilección a la violencia, relacionándolos con el consumo de videojuegos que hacen apología de esa actitud. Según sus argumentos, no se trata de que el juego en sí provoque que una persona al azar pueda cometer un acto violento sino que su consumo puede llegar a engendrar en los usuarios a largo plazo esos comportamientos, afectando considerablemente más a los que tengan una predisposición más directa.
No crean asesinos, pero les lleva "al borde"
Murphy se ha apoyado en los sucesos de la Escuela Primaria de Sandy Hook en la que murieron 20 niños y 6 adultos. Al parecer, el causante de aquellos asesinatos sufría graves trastornos mentales con los que su madre intentó luchar durante años sin éxito buscando ayuda profesional. Esta afirma que su hijo pasaba gran parte del tiempo jugando a juegos violentos.
"El tirador Sandy Hook era un gamer desquiciado que acudió aquel día a la escuela para anotar más puntos. Tenemos que esperar a que las investigaciones sigan su curso y obtener así más datos, pero lo que seguramente revelarán estos estudios es que la exposición de personas con problemas mentales graves a este tipo de entretenimiento les lleva al colapso" comentaba Murphy en una reciente rueda de prensa.
Su discurso continuó girando alrededor de la decisión que el presidente Obama tomó a principios de año de dar más importancia a las investigaciones dedicadas a estudiar la relación entre los videojuegos violentos y las reacciones agresivas en la vida real. Este plan se reforzó con un aumento de 10 millones de dólares del presupuesto del CCE y distintos institutos nacionales de salud.