Satoru Iwata fue el presidente que todo empleado desearía tener para su empresa. No solo era un apasionado de aquello para lo que trabajaba, en esta ocasión de los videojuegos, sino que además se involucraba y se mostraba cercano con el resto de miembros de Nintendo hasta el punto de contribuir al desarrollo de algunos juegos mediante ideas, conceptos y sugerencias. Incluso llegó a rebajarse el sueldo un 50% tras los malos resultados de 2014 a causa de la mala acogida que tuvo la Wii U.
Comprometido con la compañía que presidía, y también con los suyos, supo dejar un recuerdo para sus compañeros de empresa cuando vio que la muerte aguardaba con paciencia y de manera inevitable.
Queridos compañeros, he de despedirme
El último número de Toyo Keizai cuenta con un especial dedicado a Nintendo, y en él se desvelan algunos detalles adicionales acerca de cómo Iwata siguió trabajando desde el hospital, aun enfermo. Pensando en el futuro de Nintendo, redactó varios mensajes que estaban dirigidos a sus empleados, como si quisiera dejar su legado, todo aquello que aprendió de sus predecesores, a aquellos que seguirían representando y trabajando para Nintendo.
Estos mensajes abarcaban desde reflexiones personales hasta lo aprendido en conversaciones con altos directivos, recordatorios de momentos mantenidos junto al tercer presidente de Nintendo, Hiroshi Yamauchi, y asuntos personales varios.
Aún estando sus últimos días ingresado en el hospital, Satoru Iwata siguió trabajando en proyectos diversos, así como mantuvo contactos con Tsunekazu Ishihara, presidente de The Pokémon Company, para supervisar el desarrollo de 'Pokémon Go' por parte de Niantic. Hoy en día son pocos los presidentes que pueden presumir de cuidar tanto a los suyos como amar aquello por lo que dedican su labor y empeño. Quizás sea por esta humildad por la cual muchos le recordaremos con especial cariño durante mucho tiempo.