El 26 de Noviembre 2016 | 11:35
En Estados Unidos es muy habitual que un autor que va a un evento como ComicCon, decida tener su stand para tener un espacio en el que vender sus obras y pueda cobrar por los dibujos o firmas, entre otras cosas para evitar la reventa. En dicho territorio se entiende que es legítimo que puedan cobrar por ello, dado que ven que el autor está invirtiendo tiempo y dinero en desplazarse, y podría estar en su jornada laboral o disfrutando de un fin de semana de descanso entre encargos.
Larroca se resiste a regalar su trabajo
En España no es algo habitual y no se concibe como algo normal pagar por firma o los sketchs en sesiones de firmas, y es algo que al dibujante valenciano Salvador Larroca, que ha trabajado en 'Iron Man', 'Ultimate Elektra', 'X-Treme X-Men' y 'Ghost Rider' para Marvel y recientes cómics de 'Star Wars', le ha hartado. Según ha publicado en un mensaje de su página, empezará a cobrar por los dibujos en las sesiones de firmas de los eventos a los que vaya como el Expocómic de la semana que viene en Madrid.
Según ha publicado Larroca, "en España, es habitual que los artistas acudan a eventos del sector a los que son invitados completamente gratis o, incluso, gastando su propio dinero. En el caso de los dibujantes de cómic, por ejemplo, asisten a numerosas convenciones y firmas en tiendas, siendo compensados solo con el coste del desplazamiento y el alojamiento, si no es posible regresar a casa el mismo día. Además, en esos actos, el invitado suele regalar su trabajo,que a veces se le exige, en forma de bocetos o sketchs. En otros países, mucho más considerados con la cultura y el trabajo de los artistas, esto es impensable: cada obra, por pequeña que sea, que sale de sus manos es remunerada como corresponde, según la tarifa que previamente él haya marcado, y, en el caso de no percibir nada a cambio, es también él quien lo decide, no los organizadores, el promotor o el público. Cuando un creador se presta a comparecer a unas firmas, bien sea en una convención o en un negocio privado, lo hace en su propio tiempo libre o perdiendo jornada laboral, pero, en ambos casos, soportando un coste, económico o de bienestar, injusto".
Salvador Larroca ha decidido poner fin a esa situación estableciendo un tarifado equitativo por su trabajo y de ahora en adelante, cobrará el precio que considera justo y se reservará en todo caso la decisión de regalarlo a quien estime oportuno. Salvador Larroca dice que no pretende iniciar ningún movimiento reivindicativo ni convertirse en adalid de causa alguna, ya que es una decisión propia y personal, que espera que sea recibida con comprensión y respeto por los amantes del cómic. Entendemos que su decisión se debe únicamente a los skectches y dibujos en cómics y que pedirle una forma con dedicatoria en una obra suya no supondrá ningún coste adicional al fan.