Esta semana hemos asistido a unas serie de decisiones clave para el futuro de Activision. La desarrolladora no ha dudado en deshacerse de importantes sagas o cambiar de estudio de desarrollo para su franquicia más rentable, Call of Duty.
Un importante cambio de estrategia que, según MCV, podría tener continuidad con la compra de Take Two, padres de Rockstar Games, desarrolladores de Grand Theft Auto, una de las sagas más vendidas de los videojuegos.
MCV cita fuentes de un ejecutivo que asegura que "hay rumores muy fuertes entre personas de alto nivel dentro del negocio global" de que esta compra podría consumarse. La misma fuente reconoce que, por ahora, "son sólo rumores". Aunque, visto la trascendencia de los anuncios de esta semana, "sólo hay que sumar dos más dos".
De consumarse la compra, Activision pasaría a contar con unas franquicias de títulos de primer nivel, con Grand Theft Auto, Call of Duty y Warcraft como sus principales atractivos.
Un cambio de estrategia acertado
Activision presentó esta semana unos beneficios de 40,8 millones de dólares en el último trimestre de 2010. Unos espectaculares datos que no han impedido a la compañía en anunciar las profundas reformas ya comentadas, y que se han saldado con un espaldarazo por parte de los inversores: las acciones han subido desde entonces un 11,6%.