Hay días que nos gustarían borrar del calendario. Días que nos gustarían que no tuvieran razón de ser. Hoy es el día contra la Violencia de Género, y este día sí que debería estar marcado en las 364 casillas restantes del calendario. Esta es una lucha en la que hombres y mujeres debemos ir de la mano... y no se nos puede olvidar que estamos juntos en esto.
Como mujer y como jugadora, hoy he creído oportuno hablar de un tema que me toca por ambas facetas de mi vida. Me siento muy orgullosa de poder hablar de esta cuestión, porque significa que algo está cambiando. Hoy es un día para reflexionar, pero también para pensar en todas esas cosas que antes parecían imposibles, inamovibles, estáticas. Nada es para siempre.
Una heroína de verdad
Si de algo se ha hablado desde la salida al mercado de 'Rise of the Tomb Raider' han sido sus bajo número de ventas. ¿De verdad nadie se ha dado cuenta? Tantos gameplays, tantos análisis, tantos reportajes... ¿Y ha pasado desapercibido? Jugadores, jugadoras, periodistas del medio, es el momento de dar un paso más allá. Todo no son cifras económicas y números que no importan más que a las empresas. A la sociedad, le preocupan otras cuestiones.
Pero no os preocupéis, es incluso bueno que nadie se haya dado cuenta, porque eso significa que se está normalizando la situación. Sin embargo, como sospecho que aún os estáis haciendo preguntas acerca de a qué me estoy refiriendo, os ayudaré:
Me gustaría señalar el grandioso trabajo que Crystal Dynamics ha hecho con esta nueva Lara Croft. Es la muestra de que se puede evitar la sexualización de un personaje femenino sin necesidad de caer en la masculinización, es decir, preservando su feminidad. ¡Es una chica, por favor! Tampoco es un concepto tan extraño.
Y, precisamente, ahí recae lo que más me ha gustado de Lara: que no se siente un personaje extraño. Cualquier chica puede identificarse con ella independientemente de que sea más o menos sensible, de que le guste o no arreglarse. Simplemente por el hecho de ser mujer, podemos sentirnos identificadas con este personaje porque lo percibimos de forma que se corresponde con la realidad.
Como una chica
No podemos dejar que lo femenino se estigmatice simplemente por el hecho de no ser masculino. El hecho de que Lara se arregle el pelo cada vez que sale del agua no puede interpretarse como un signo de debilidad, con el clásico "uy, es que es una chica jijiji". Ese detalle insignificante es algo mucho mayor: la reafirmación de su género. "Soy una mujer, rompo cuellos con mis muslos pero, sí, me arreglo el pelo cuando salgo del agua, ¿y qué?". En este sentido, os recomendaría echar un ojo a este vídeo de la campaña #LikeaGirl. Peleamos como una chica, exploramos como una chica, corremos como una chica, matamos (en el caso de Lara) como una chica porque... ¡Oh, sorpresa! Es que somos chicas.
Muy pocas veces me he sentido identificada con un personaje femenino en el mundo de los videojuegos. Será porque, en un esfuerzo por parte de los desarrolladores por no caer en la sexualización, el resultado no me convencía del todo. Lo siento, las chicas no somos bichos tan raros, aunque mucha gente todavía piense que lo seamos por jugar a videojuegos y gustarnos cosas de "hombres".
Sin embargo, con Lara sí me he sentido identificada. Con sus sueños, sus ideas, su forma de ser y de reaccionar ante los problemas. Su personalidad, sus gestos y su comportamiento encaja más con el concepto de mujer adulta, independiente y fuerte que sabe apañárselas sola. Con independencia de su identidad de género (ese es otro tema en el que no voy a entrar porque no se corresponde). Y lo mejor de esta nueva Lara Croft es que no se comporta de manera artificial, sino que es natural. Es humana.
Si buscamos igualdad entre hombres y mujeres, no podemos basarnos en discriminar conductas de género en pos del contrario. La igualdad no es calcar el sistema masculino estigmatizando lo femenino.
Es por todo esto que, de nuevo, me gustaría dar las gracias a Crystal Dynamics por habernos regalado a esta Lara. Una Tomb Raider que ha dejado atrás ser el mítico icono sexual del mundo del videojuego, para convertirse en la heroína de muchas de nosotras.
Y no, no bastaba con sustituir sus shorts por un pantalón largo.