El crunch o la discriminación por cuestiones de género son solo dos aspectos por los que varios estudios de la industria han estado en los últimos meses en el centro de la polémica. Varias denuncias, quejas y entrevistas con desarrolladores dejaban ver que se trataba de una tonica habitual en equipos de trabajo de grandes estudios y compañías. Riot Games ha sido una de las compañías que mayor número de quejas y denuncias había recibido en los últimos meses. Tal era este número que la empresa se enfrentaba a un proceso judicial, que finalmente no se llevará a cabo al haber conseguido un acuerdo preliminar ante la demanda colectiva de sus trabajadores.
Discriminación de género
A lo largo del año pasado varios ex trabajadores del estudio presentaron la mencionada demanda colectiva con un motivo muy claro. Según los detalles ofrecidos por este grupo de personas, durante su estancia como empleados de la empresa responsable del exitoso 'League of Legends', se llevaron a cabo prácticas que suponían una discriminación de género, algo que supuso un revuelo dentro del sector, que rápidamente, desde varios frentes, mostró su rechazo unánime.
Tras ella llegaron nuevas denuncias que afectaron a otros grandes estudios, pero el primero de ellos en ser juzgado iba a ser Riot Games, que finalmente evitará este proceso gracias al acuerdo preliminar, del que apenas han trascendido detalles. "Este es un acuerdo de solución muy sólido que proporciona un valor significativo y justo a los miembros que conforman la demanda por sus experiencias en Riot Games", asegura el abogado de los demandantes, Ryan Saba.
Este mismo abogado también ha explicado en el mismo comunicado que ha sido posible llegar a este acuerdo gracias a que la compañía ha comenzado a eliminar estas prácticas. "Esta es una clara indicación de que Riot se dedica a progresar en la evolución de su cultura y prácticas de empleo. Se han realizado una serie de cambios significativos en la cultura corporativa, incluida una mayor transparencia y programas de diversidad e inclusión líderes en la industria. Los numerosos empleados de Riot quien habló, incluidos los demandantes, ayudó significativamente a cambiar la cultura en Riot", termina de explicar Saba.
Por su parte, la compañía se ha manifestado a través de su blog corporativo donde podemos leer que en la actualidad en la empresa no hay ningún tipo de discriminación o acoso. "Después de revisar exhaustivamente estos problemas, podemos afirmar con confianza que la discriminación de género, en pago o promoción, el acoso sexual y las represalias no son problemas sistémicos en Riot", puede leerse en la última publicación corporativa, donde también dejan ver su opinión al respecto de ese proceso.
"Lo que también aprendimos durante este proceso fue que algunos ex trabajadores han tenido experiencias que no estuvieron a la altura de nuestros valores o cultura. Nos damos cuenta de que este es un camino que muchas compañías en nuestra posición pueden no haber elegido, pero sentimos que era la declaración más fuerte que podíamos hacer a los Rioters, y a los posibles Rioters. Estamos preparados para ir más allá, para seguir adelante. Ambas partes creen que este acuerdo propuesto, una vez finalizado, es justo para todas las partes involucradas", aseguran desde el estudio.