La última edición del Retro Madrid, celebrado en el Matadero de Madrid los días 26 y 27 de abril no estuvo excenta de problemas. Muchos asistentes que fueron vieron en sus propias carnes cómo las colas para entrar a la Nave 16 y las colas para comprar las entradas, se paralizaron durante mucho tiempo.
Los problemas, el límite de aforo
Ante este problema que ha afectado a varios asistentes, la organización del Retro Madrid ha publicado un comunicado en el que explica los detalles que provocaron estas colas. De forma resumida el problema del aforo fue fruto de una decisión del Ayuntamiento de Madrid debido al nuevo plan de autoprotección de la Nave 16 el espacio quedó declarado como "expositivo", lo que reducía su aforo a la mitad.
Para tratar de conseguir un aforo permitido de 900 personas cuando contaban con un informe favorable del arquitecto de la empresa
municipal gestora de Matadero Madrid, la decisión final tenía que pasar a otras instancias se les dio como opción más favorable el añadir un nuevo espacio de más de 800 m2 para exposiciones y actividades en la misma Nave 16, que aumentó el aforo de 418 personas a 598 personas. El sábado del evento fue necesario interrumpir la venta de entradas desde las 12 horas hasta las 14:30 y tomaron la opción de disgregar RetroMadrid en varias áreas, que llevaron a Intermediae una zona de RetroMadrid para que el domingo 27 todo transcurriese con la esperada normalidad que habitualmente disfrutamos.
La organización, ante todo pide disculpas y también comprensión con una situación que era completamente ajena a sus competencias. Pese a todo, se mantienen positivos y según sus cifras, RetroMadrid ha ganado en visitantes acercándose a los 7.000 pese a las muchas personas que no lograron entrar, lo que según ellos, permite aventurar que podrían haber alcanzado incluso los 8.000 visitantes.
El análisis de Zonared
Siempre es de agradecer que una organización haga y publique una carta abierta sobre los problemas de organización en el que admite haberlos tenido en vez de callarse, dado que es un ejercicio de transparencia envidiable y que todas las empresas deberían hacer a la mínima que hay problema en cualquier evento. Sin duda, el problema del aforo es algo que viene siendo una constante en todo evento en un recinto con tránsito de personas que vienen y van desde el fatídico accidente del Madrid Arena en el que entre otros factores, el exceso de aforo provocó el fallecimiento de varias jóvenes, y que el control de aforo está siendo ya excesivo y un problema para muchos eventos de alta magnitud que por distintos problemas no pueden optar a un recinto más grande y que no pueden hacer más que controlar la venta de entradas.