CD Projekt RED, estudio responsable de 'The Witcher 3: Wild Hunt', ha revelado que el último retraso que afectó a su juego, fue altamente influenciado por todos los problemas que tuvo en su lanzamiento, 'Assassin's Creed Unity'.
'The Witcher 3: Wild Hunt' se presentó a principios de 2013, con un lanzamiento fijado originalmente para principios de 2014. Sin embargo, en CD Projekt se vieron obligados a retrasar el juego en múltiples ocasiones, y tras el último retraso, la última entrega protagonizada por Geralt de Rivia llegará finalmente el próximo mes de mayo.
Damien Monnier, diseñador senior de la jugabilidad de 'The Witcher 3', ha explicado al medio Gamepur, que retrasarlo una última vez fue una difícil decisión que tuvieron que tomar, a pesar de ser conscientes que decepcionarían a sus fans. Según revela Monnier, ese retraso estuvo altamente influenciado por el problemático lanzamiento de 'Assassin's Creed Unity', que recordamos venía con numerosos bugs y errores que afectaban considerablemente a su jugabilidad.
Les ayudó a obtener más tiempo para pulirlo
"Explicar el segundo retraso fue incluso más fácil para nosotros. Lo siento por los problemas a los que se enfrentó 'Assassin's Creed Unity' en su lanzamiento, pero los desarrolladores se vieron obligados a respetar esa fecha de lanzamiento y sólo pudieron minimizar los daños. El caso de 'Unity' hizo nuestra decisión más simple, porque demostró a todos los que nos apoyaban, lo que también le podría haber sucedido a 'The Witcher 3'. Al final, hemos sido capaces de obtener todo el tiempo que necesitábamos.", explicó Monnier.
A finales del año pasado, cuando CD Projekt anunció su decisión de retrasar 'The Witcher 3' una vez más, Adam Kicinski, miembro de la junta de accionistas del estudio, aseguró que la única razón de este retraso era que el juego contaba con "una gran cantidad de pequeños errores" que debían ser corregidos.
'The Witcher 3: Wild Hunt' llegará finalmente el próximo 19 de mayo, a PlayStation 4, Xbox One y PC.