Aunque su cuerpo estaba preparado para casi cualquier cosa, ni Reggie Fils-Aimé puede sostener que Wii U fue una consola de éxito. O por lo menos de éxito comercial. El ex-presidente de Nintendo of America ha reconocido ahora que la predecesora de Nintendo Switch no fue un acierto dentro del historial de la compañía, pero que jamás lo vieron como un agujero negro, sino como la oportunidad de saber cómo hacer las cosas bien desde ese punto en adelante.
Convertir un error en acierto
Wii U ha sido, de manera muy descompensada, una consola muy querida y muy odiada, pero la mayoría de jugadores coinciden en que fue un fracaso comercial para Nintendo. Y esto lo saben también en la compañía, donde aprovecharon ese tropezón que tuvieron para mejorar el concepto de esta máquina y convertirla en la que sí debería haber sido desde un principio. El propio Reggie Fils-Aimé, que por entonces seguía siendo presidente de NOA, ha reconocido que Wii U fue un fracaso, pero uno que les llevó a mejorar y a aprender de sus errores.
Fils-Aimé ha sido uno de los ponentes para dar la bienvenida al curso en la Universidad de Cornell (donde estudió él cuando era joven) y allí ha tratado abiertamente algunos de los temas a los que se tendrán que enfrentar los estudiantes ahora que empiezan a volar solos. Uno de ellos es el fracaso, un aspecto de la vida que él mismo sufrió con Wii U, pero del que en Nintendo sacaron una lectura positiva. El ex-ejecutivo reconoció que no supieron hacerlo bien con esta consola, pero también ha explicado que esta experiencia les sirvió para aprender de sus errores.
Y aprendieron más que bien, porque del error que fue Wii U, en Nintendo dieron a luz la idea de Switch, su sucesora y una máquina que en poco tiempo fue capaz de superar las ventas totales de Wii U.