El escribir una buena historia, ya sea para el mundo de los videojuegos o para cualquier otro, es todo un arte. Los espectadores nos quedamos embobados con las buenas tramas, por lo que el escritor tiene que saber en todo momento lo que piensan quienes vayan a recibir su obra. En el mundo de los videojuegos, se podría decir que esto es algo más complicado. La única razón de esto es el tiempo. Una película de media puede durar unas dos horas, pero un juego, como mínimo, debe durar ochos horas, por lo que alargar una historia de manera correcta se convierte en una tarea muy complicada.
Un nuevo juego
Como sabemos, Bethesda ha trabajado en la secuela de su gran juego 'Rage'. 'Rage 2' ha llegado a nuestras estanterías ayer, día 14 de mayo y no podríamos estar más enganchados. Muchos coinciden en que su historia es de lo más llevadera y de esto es algo de lo que ha hablado el director narrativo del juego, Odd Ahlgren. Así lo ha explicado en una reciente entrevista que ha concedido para el famoso medio Vandal.
"Escribir historias para juegos de mundo abierto es un arte en constante evolución, y es una plataforma muy prometedora para contarle al jugador algo profundo y muy personal. Pero creo que la mayoría de los escritores disfrutan la sensación de poder manipular los sentimientos del consumidor (en este caso, el jugador, pero podría referirse al lector, al oyente, etc). Nosotros lo hacemos en los juegos de mundo abierto, sólo que no de la manera tradicional. Aquí somos el vehículo y el jugador es el conductor", explica.
El arte de escribir historias
Además de ser complicado escribir historias para un videojuego, todo se enrevesa más si te centras en el género sandbox. Este tipo de juegos nos ofrece muchas posibilidades de historias, pero también puede volverse liosas si no se narra con cuidado. ''Sí. La historia en un juego como este es una mula de carga, que lleva a su espalda una enorme cantidad de acción frenética y sangrienta. En Rage 2, la historia es una herramienta para que los jugadores puedan experimentar la locura de este mundo tan demente y salvaje. Quiero decir: los escritores escribimos, y si no se nos vigila, es lo que vamos a hacer, pero este tipo de experiencia de acción tiene que estar siempre lista, y tiene que ser independiente de la duración'', concluye.