Hoy me he despertado, literalmente, con la noticia de que la Academia de la Televisión Americana ha hecho pública su decisión de otorgar Emmy a producciones cortas. Esto, traducido al castellano, quiere decir que los YouTubers contarán con su propia categoría en esta gala de premios.
¿Qué es, qué es?
Esto a nivel comunicativo, que es el tema que por suerte o por desgracia, me toca más cercano, es muy interesante. Estamos hablando de que nada más y nada menos que un magnate como es Bruce Rosenblum confiesa a The Hollywood Reporter "reconocer el trabajo excepcional" que se realiza en este tipo de formato. Si ponemos la lupa en sus declaraciones, esto no significa otra cosa que "nos hemos dado cuenta del dinero que mueve esta gente". Porque sí, YouTube ha crecido en los últimos años alcanzando cifras millonarias, tanto por el número de usuarios que navegan entre sus vídeos como por las cantidades astronómicas que ganan sus principales canales. Esto, como es evidente, no iba a pasar desapercibido por nadie: las empresas han visto aquí una mina para poder invertir dinero en publicidad, los medios de comunicación han encontrado la forma de que esto sirva para crear contenido y, por último, los usuarios han convertido YouTube en su "hogar", el rincón desde donde pueden alzar la voz y comunicarse al resto del planeta.
Es muy importante tener esto último en cuenta, y voy a tratar de explicaros por qué. El mundo en el que vivimos lo manejan unos cuantos señores y señoras enchaquetados, con maletines llenos de dinero, que buscan la manera de que el planeta gire en función de sus propios beneficios. Esto, que puede parecer evidente, es algo básico para entender por qué es tan importante el fenómeno YouTube. Como decía, estos señores y señoras a lo Men in Black, deciden de qué temas hay que hablar, qué es importante debatir, cómo hay que hablar la cosas y por qué. No podemos salirnos del redil, porque no interesa que nos salgamos. No me estoy inventando nada, de esto ya hablaban los señores Laswell, Bernays, Chomsky, Lipmann...
De hecho, detengámonos en uno de estos autores. Lippman formaba parte de los teóricos de la propaganda que tenía miedo a la masa, al gran público, a que la gente se saliera, como decíamos, del redil. En este sentido, lo que pretendía era adaptar a los individuos a un entorno o sistema. ¿El motivo? Porque detrás de Lippman, de sus estudios de comunicación y de todo ese público con forma de masa que hay que intentar controlar... está el poder. Los Men in Black.
El poder se tiene que adaptar al medio para sobrevivir. ¿Un ejemplo actual? Aquí lo tenéis: premios Emmy para YouTubers. Lo que me extraña es la Academia de la Televisión Americana no se haya dado cuenta de esto antes... Perdón, sí que se han dado cuenta, pero tenían que analizar detenidamente cómo introducirse en este mundillo. Un mundillo que aparentemente estaba compuesto por tres o cuatro frikis con camisetas de videojuegos... pero que hablan a millones y millones de personas. ¿Necesitáis más razones para entender qué hay detrás de los Emmy?
El hecho de premiar con un Emmy a aquellos canales de YouTube que ellos consideren oportunos, no es más que la extensión de los lazos de poder en un medio que era de usuarios para usuarios.