A día de hoy, la verdad es que resulta ciertamente difícil encontrar un título que sea exclusivo de PC. Sí, es cierto que salen muchísimos indies que no se pueden permitir la licencia que requiere ser lanzado en consola, pero si hablamos de AAA, ahí la cosa cambia. Incluso franquicias como 'The Witcher', que comenzaron siendo únicamente peceras, han abrazado por completo el lanzamiento a videoconsolas hasta el punto de que resulta más cómodo jugarlo con un mando. También se suele dar el caso contrario, que juegos que antes solo salían en consolas acaben viendo la luz también en compatibles, como le pasó a 'Dark Souls'. Pero lo cierto es que un título proveniente de una gran compañía que se anuncie solo para PC no es algo que se suela ver fuera del género de la estrategia o los MMOs.
Por qué está sólo aquí
'Quake Champions', el retorno de uno de los shooters competitivos más famosos y que requieren más habilidad de todos los tiempos, hizo su debut en el pasado E3, donde se anunció como exclusivo para ordenadores. Tim Willits, su principal responsable, ha explicado en una entrevista a Gamespot el motivo de esta decisión, que no es otro que la capacidad de alcanzar los 120 frames por segundo. Aunque el jugador casual no suele ser capaz de determinar la diferencia entre los 60 y los 120, los jugadores profesionales sí que pueden, y en ellos va a recaer gran parte de la importancia de este juego.
Para Tim Willits, todo cuenta en 'Quake'. "Desde la respuesta del ratón hasta asegurarnos de que la tasa de refresco del monitor es lo suficientemente rápida", afirma. "La mayoría de nosotros, entre los que me incluyo, no podemos notar la diferencia realmente. Pero hay algunos jugadores que son inhumanos. No podemos llegar y decir que vamos a hacer un juego para ellos y que no vaya ridículamente rápido. Porque si perdemos a los pros, estamos en problemas".
Así pues, ver un port de este 'Quake Champions' a consolas sería algo muy poco probable. "Por eso es un juego de PC. No hay excusas. No hay limitaciones". Esas son las palabras de Tim Willits.