El 13 de Diciembre 2015 | 06:48
El tiempo pasa rápido. Parece mentira que haya pasado tanto tiempo desde que la primera máquina portátil de Sony aterrizase en las tiendas niponas con la etiqueta de ser el arma que terminaría con el dominio de Nintendo en este terreno tras casi dos décadas monopolizando el mundo de las consolas de bolsillo.
PlayStation Portable, PSP, se caracterizó por tener una potencia bruta abismal, capaz de hacernos imaginar que teníamos una PS2 en nuestras manos. Todos recordamos ese momento en que Kaz Hirai y su 'Ridge Racer' hicieron reír a toda la red, y ahora sopla ya su onceava vela en el país del Sol Naciente. El precio inicial de la consola fue por aquí de 250 euros, un precio a mi parecer abusivo pero que funcionó durante los primeros meses. A ese precio había que sumarle otros tanto de la tarjeta de memoria, pues la piratería hizo estragos y miles de jugadores prefirieron convertir su PSP en una consola capaz de tener toda la colección de títulos elegida por el jugador en una única tarjeta.
Por suerte, PSP logró mantenerse en pie con unas ventas que superan los 80 millones de unidades en todo el mundo, y aquellos que la enmarcaron en el fracaso más estrepitoso se confundieron, pues por muy lejos que haya quedado con respecto a las más de 150 millones de Nintendo DS, esos 80 son unas cifras inimaginables hoy día por casi cualquier sistema.
PSP no tuvo tanto apoyo como podríamos haber deseado por parte de Sony, pero tiene juegos exclusivos que a día de hoy han envejecido a las mil maravillas y esconde también joyas procedentes de Japón que no deberíamos perdernos. Con experimentos adelantados a su tiempo como PSP Go, PlayStation Portable ha contado con un total de 5 modelos (PSP 1000, PSP 2000, PSP 3000, PSP Street y PSP Go), recordamos con cariño todas las horas de entretenimiento de una consola mágica, histórica para Sony.