Desde el pasado mes de julio, en el que Sony consiguiera la certificación, hasta hoy, ha llovido, pero si amig@s, así de especiales son los chinos.
El sistema de certificaión en dispositivos que describe los requisitos de seguridad para la participación en el mercado chino, comúnmente llamado "China Compulsory Certificate" (CCC), es una traba legal del gobierno mandarín para, mediante clausulas abusivas y requerimientos varios, dificultar la introducción en su país de tecnología extranjera y, dicho sea de paso, prevenir el capitalismo y la cultura consumista para con sus habitantes.
En un imperio de tal calibre, vagamente se puede llegar a entender como una multinacional como Sony ha tenido que ver como su producto estrella, la PS3, era "ilegal" obtenerla de manera lícita comprándola en cualquier comercio y,por el contrario obtenerla mediante el dudoso sistema de importación, no.
Por lo tanto y ya habiendo sido adoptada la norma gracias a la obtención calificatoria positiva, hasta el lejano 2016 los chinos pueden adquirir con total seguridad los productos de la empresa nipona.
Ya sabemos también que la intención es, además de vender sus productos, en un futuro establecer una sede para la producción de títulos que conllevaría la verdadera intrusión en el complicado mercado chino.