El cierre de Visceral Games supuso la cancelación más absoluta del proyecto sobre 'Star Wars' que lideraba Amy Hennig. Un proyecto que tuvo problemas desde el mismo principio, ya que Electronic Arts puso unas condiciones demasiado acotadas para un juego que se alejaba de lo que se había hecho hasta ahora dentro de la editora. El primer problema al que se tuvieron que enfrentar en el equipo desarrollador fue el motor gráfico.
Más avanzado de lo que nos pensamos
El llamado Proyecto Ragtag, nombre en clave del 'Star Wars' que preparaba Visceral, nos iba a llevar por primera vez en una consola de la actual generación a recorrer la saga galáctica lejos del género first person shooter, algo que, ya desde sus inicios, le aseguraba un desarrollo bastante dificultoso. Desgraciadamente, esto no salió adelante, ya que el estudio se tuvo que enfrentar a todo tipo de problemas y todos venían del mismo sitio: Electronic Arts.
Según Amy Hennig, quien ha hablado sobre el tema con USGamer, el desarrollo de este título ya empezó con mal pie, ya que se vieron obligados a usar el motor Frosbite (que es propiedad de EA) para desarrollar su 'Star Wars'. Hennig asegura en la entrevista que ese motor está hecho específicamente para los títulos FPS, no para uno en tercera persona y más cinemático y ellos tenían que construir tramos de plataformas, con otros de exploración y cobertura con una tecnología que no fue ideada para ello. Además, la responsable de 'Uncharted 3' también aseguró que el juego estaba más avanzado de lo que nos podemos llegar a pensar, pero que, simplemente "no encajaba en el plan de negocios de EA".
Tras la desaparición de Visceral, fue EA Vancouver quien se hizo cargo de este proyecto, pero con un planteamiento diferente. Actualmente se tiene la certeza de que se ha descartado todo el material del equipo de Hennig para llevar a cabo otro trabajo diferente.