El 19 de Enero 2021 | 11:03
Niantic ha recibido la resolución de la demanda que interpusieron en 2019 contra el grupo de hackers conocido como Global++, que vendía versiones modificadas de los juego para móviles de este estudio. La sentencia es que el grupo tendrá que pagar cinco millones de dólares, cifra que han aceptado desembolsar junto a algunos términos adicionales.
Lo tramposo sale caro
El equipo de Global++ no podrá seguir vendiendo trampas para los juegos de Niantic, no venderá más productos que usen el código fuente de Niantic y jamás tendrán acceso a los servidores de la compañía. Esas han sido las condiciones aceptadas junto a la multa millonaria.
Este grupo vendía suscripciones a servicios que daban acceso a versiones modificadas de 'Pokémon GO', 'Harry Potter: Wizards Unite' e 'Ingress', llamadas 'PokeGo++', 'Potter++' e 'Ingress++'. Con ellas se conseguían muchos beneficios en todos estos juegos y eso no solo arruinaba la experiencia de juego de los usuarios legítimos, también le servía a Global++ para amasar una pequeña fortuna vendiendo estos productos.
Obviamente la actividad de Global++ quebrantaba unas cuentas leyes entre las que se incluye la de derechos de autor, pues Niantic afirma que usaban un 99% de su código sin permiso y para lucrarse manipulándolo.
Las trampas han estado presentes casi desde los inicios de estos juegos para móviles por el trabajo que conlleva progresar en ellos, pues muchos requieren de pasear físicamente por las calles para ir capturando criaturas o tomando puestos de control que nos ayuden a subir de nivel y enfrentarnos a los desafíos más complicados de cada título. Por este motivo han sido muchos los jugadores que han preferido quedarse en casa y progresar mediante trampas, prescindiendo así de cualquier tipo de emoción o mecánica innovadora que pueda hacer de estos juegos algo realmente interesante, aunque no es que esto le haya preocupado nunca a las personas que deciden jugar haciendo trampas.