El 14 de Septiembre 2015 | 13:04
Sería una buena pregunta el porqué de haber comprado una PlayStation 4 el mismo día de su lanzamiento, lo que ya conocemos como Day One. Más teniendo en cuenta que el juego con el que la estrené fue 'Killzone Shadow Fall', que era... el segundo que jugaba de esta franquicia, y no tocaba uno desde su primera entrega. Me gustó. Guerrilla sacó buen provecho del hardware y de hecho, creo que fue la mejor muestra de lo que veríamos a nivel gráfico en la nueva generación, algo sorprendente incluso para un juego del catálogo tempranero de una consola. Jugablemente bueno, no inventaba nada, pero sí me dio la sensación de desmarcarse de las entregas anteriores, más orientadas a la grandilocuencia que a la historia más personal de Lucas Kellan, y dicho sea de paso, nos dio unas pequeñas pinceladas de algunas de las nuevas características del Dual Shock 4: el microfono, el panel táctil... En definitiva, un juego chulo -sigo pensando que infravalorado-, pero sin más.
Con algo había que estrenarla, ¿no? Qué iba a comprarme, ¿'Knack'? Luego llegarían 'NBA 2K14' y 'Battlefield 4' y sí, muy bonito todo, cómo se veía el sudor y los pliegues de las camisetas en el juego de 2K Sports y cómo... cómo... bueno, a 'Battlefield 4' costaba jugar al principio. Pero para el caso, seguía jugando a lo mismo que en PlayStation 3. Luego viene el tópico de que con cada nueva generación esperamos nuevas experiencias, nuevas IP, bla, bla, bla... Cómo se nos llena la boca, para luego estar presentes en todas las listas de los más esperados juegos como 'The Witcher 3: Wild Hunt', 'Uncharted 4: A Thief's End', 'Gears 4', 'Halo 5: Guardians'... Nuevas experiencias, sí.
Y después resulta que las nuevas experiencias nos las brindan los juegos indies. Venga ya, ¿alguno os habeís comprado una PS4/Xbox One para jugar juegos que podríais disfrutar en el móvil? Supongo que no, y yo, obviamente tampoco. Así que así pasamos los primeros meses de nueva generación, hasta que llega 'P.T.' en la Gamescom 2014 y por primera vez en mucho tiempo, un juego me transmite sentimientos. Tal vez no agradables, pero me sorprende y me aterra a partes iguales.
Y llegó el -histórico- E3 2015, el de 'The Last Guardian', 'Shenmue III' y 'Final Fantasy VII Remake'. Pues no, para mí fue el de 'Horizon: Zero Dawn' (y también el de 'Dreams'), porque no solo vi una nueva IP, ni un aspecto visual estupendo, ni un diseño artístico con personalidad, ni muchas mecánicas adaptadas al sandbox... También vi un estudio valiente, que salía de su zona de confort para ofrecer, por fin, ese exclusivo que llevamos esperando ya casi dos años.
Sé que 'Uncharted 4' es el alfa y el omega de PlayStation 4, pero, ¿acaso no sabemos lo que nos espera? No se va a salir de los renglones marcados por la trilogía de PlayStation 3, y aunque sea una aventura épica, intensa, divertida, y todo lo bueno que podamos decir de él, después de tres entregas, ya no nos va a sorprender tanto, pero... ¿Y 'Horizon: Zero Dawn'?
¿Qué sabemos de él? Sí, que será un sandbox con ambientación mitad postapocalíptica, mitad prehistórica, que tendrá toques de sigilo, RPG, exploración... Pero realmente no sabemos absolutamente nada, y es eso lo que lo hace ser tan atractivo. Si por mi fuera, desearía que Guerrilla no volviera a hablar más de él, porque al tiempo que quiero mantenerme "virgen" hasta su lanzamiento, pero al mismo tiempo, siento un deseo irrefrenable de conocer más, de ver más gameplay, etc...
Realmente es una sensación similar a la que tuve cuando compré mi PlayStation 4. ¿Qué depararía el catálogo futuro de la consola? Esperaba juegos diferentes, ideas originales, proyectos valientes... Algo que he estado mucho tiempo esperando, y por fin puedo ponerle cara y nombre: 'Horizon: Zero Dawn'.