El 15 de Febrero 2017 | 23:02
Hace tres años Sony sorprendia anunciando el lanzamiento escalonado de su servicio de juego en streaming basado en la tecnología empleada en el servicio Gaikai, al que había accedido tras comprarlo meses antes en pleno auge del juego a través de esta modalidad, donde OnLive, ya también propiedad de la compañía, se mostraba como el máximo exponente de un sistema que despertaba tantas alabanzas como críticas por lo que podría suponer de cara al futuro del sector, aunque ahora parece que ese futuro se aleja más de lo que muchos directivos pensaban, pues el servicio dejará de estar operativo en verano en casi todas las plataformas de la compañía, incluyendo su actual consola portátil.
Sólo en PS4 y PC
A través de su blog oficial, la compañía ha anunciado que a partir del próximo mes de agosto el servicio no tendrá vigencia en sus televisiones Bravia fabricadas entre los años 2013 y 2015, anunciando por el camino que los modelos de 2016 dejarán de producirse en tan solo unos meses, aunque estos no son los únicos dispositivos afectados, incorporándose a esta línea de productos PS Vita y PlayStation 3.
También se suman las smart TV de Samsung y todos los reproductores de Blu Ray, por lo que los únicos dispositivos que continuarán siendo compatibles con el servicio son la exitosa PlayStation 4 y los ordenadores, aunque todo parece indicar que el futuro de este servicio de juego en streaming, donde podíamos acceder a diversos títulos del catálogo PlayStation, tiene los días contados, pues aunque se anunció en 2014, aún hay mercados, como el europeo, donde apenas ha superado las primeras pruebas en países como Reino Unido, sin mencionar que otros, como la vertiente mediterránea, incluyendo España, no han podido ni acceder a estas semanas de pruebas.
El catálogo del servicio contaba con algo más de 200 títulos y venía a ser la respuesta de la compañía a la supresión de la compatibilidad de sus últimos sistemas, asegurando que de esta forma todo el mundo podía acceder a los juegos de PlayStation sin necesidad de contar con una físicamente, algo que aunque sobre el papel sonaba bien, en la práctica se está demostrando un fracaso para sus responsables.