El 13 de Junio 2018 | 22:50
Microsoft está siendo la protagonista en los medios desde hace días. Para la mayoría de los espectadores que disfrutamos del E3 coincidimos en lo mismo: Fue la mejor conferencia de todos, sin duda alguna. Gracias a su sin fin de juegos presentados y el ritmo vertiginoso que vivimos, durante 90 minutos estuvimos pegados a nuestro monitor disfrutando de esa locura en directo. La compañía también lleva siendo noticia desde la semana pasada por las entrevistas que ha dado su máximo responsable, Phil Spencer, quien ha hablado sobre el mundo de los videojuegos y el futuro de ellos.
Sigue siendo noticia
Hoy es tema de conversación por hablar sobre el pasado, por echar la vista atrás y recapacitar sobre lo que hizo la compañía en el lanzamiento de su consola en la generación que estamos viviendo. Phil asegura que se apresuraron con la salida de Xbox One y el resultado fue que "Lanzamos al mercado una consola que era menos potente que PlayStation 4", afirma. La consola en cuestión, fue lanzada al mercado en el pasado 2013 por un precio de 499 euros. La competencia, como es Sony, habría presentado su nueva consola, Playstation 4 a 399 euros y, además, se trataba de una consola superior en rendimiento.
¿Clara vencedora?
Esto es lo que ha recordado Spencer de aquella época. "Sabíamos que teníamos un problema, pues era demasiado cara al incluir una unidad de Kinect en cada pack de la consola. Teníamos una consola demasiado cara y menos potente que PlayStation 4... Estaba claro que no era el modelo correcto para nosotros", reconoce. "Y luego está el error de haber lanzado nuestras franquicias con excesiva frecuencia, algo que nos ha hecho perder el interés y la expectación entre nuestros aficionados. Y eso es algo vital en la industria del entretenimiento. Nuestros estudios han perdido grandes líderes, y nuestros estudios acabaron teniendo más renombre que funciones reales".
Nuevas tecnologías
Sin duda, un problema para las compañías es el hecho de no aburrir a los jugadores, que siempre se diviertan mientras juegan a videojuegos. Además, Spencer asegura que existe una clara competencia, no sólo en la industria, si no en el mundo en general. "El mayor desafío al que nos enfrentamos es que el deseo de los jugadores continúa dividiendo nuestra industria. Existe una mentalidad que dictamina que alguien debe fracasar para que otro triunfe, y lo que tenemos que hacer es conseguir que esta industria siga creciendo, sin tomar decisiones arbitrarias sobre qué consola comprar o a qué red unirse. Conforme mayor sea el esfuerzo en trabajar juntos como industria, mejores cosas sucederán en el mundo de los videojuegos", añade. El responsable también ha tenido tiempo para hablar de las nuevas tecnologías y cómo estas influyen también en el desarrollo de videojuegos, "Tenemos Android y tenemos iPhone, y podemos hacernos llamadas entre nosotros, ¿no? Pues esa es mi esperanza. Que sigamos compitiendo, pero únicamente a nivel de creatividad y calidad". Concluye.