El 3 de Abril 2017 | 23:44
Grandes clásicos de la historia del videojuego han venido de la mano de Peter Molyneux. Desde el ya mítico 'Dungeon Keeper' hasta 'Black & White', pasando por la saga 'Fable'. Sus juegos siempre apuestan por la libertad de posibilidades y variables en las manos del jugador de cara a trastocar sus mundos. Es especialista en "god games", que es como se suelen llamar. Aunque tiene la fama de prometer demasiado para luego no entregar ni una décima parte de lo que dice, y eso le ha pasado factura, a pesar de que sus juegos suelen ser de calidad.
Entre ellos se entienden
Algo similar a lo que le pasó a 'No Man's Sky', el altamente esperado juego de Hello Games que estaba llamado a revolucionar los videojuegos del espacio y la ciencia ficción. Sin embargo, tras su salida, muchísima gente se empeñó en calificarlo de fracaso por no estar a la altura. Molyneux ha expresado en una entrevista al portal Glixel que a él, en cambio, le pareció "una experiencia increíble".
Opina que el hype, que es como en este mundillo se conoce a las expectativas de más, mató lo que en realidad era un gran juego si llegabas a él sin conocerlo de nada. "Volar de planeta en planeta, sin tiempos de carga ni nada, en el espacio y dándote cuenta de que todos esos puntitos que ves los puedes visitar. Eso es increíble ¿no?", explica el conocido creativo.
Molyneux no sólo empatiza con Hello Games por saber lo que es estar en esa situación, sino que además conoce muy bien a su cabecilla, Sean Murray. "Vive a 3 kilómetros de mí. He trabajado con su esposa en las tres entregas de 'Fable', somos muy cercanos. Fui a verle. Realmente lo sentí por él. La gente no se da cuenta de que, para mí y para él, fue como una daga helada en el corazón. En todos los juegos en los que trabajo pongo gran parte de mi corazón. Y nunca acaba siendo como debería".
Tras el lanzamiento de 'No Man's Sky', Sean Murray se retiró una temporada de Twitter a tenor de las críticas recibidas. Es comprensible que para un desarrollador de videojuegos sea muy duro encontrarse en una situación en la que tu juego está en el punto de mira de todos y no precisamente para bien. Al menos se tienen los unos a los otros.