El 15 de Mayo 2015 | 11:32
Cuando hace un par de meses llegaba a nuestras manos 'The Order 1886' decía Pedro Herrero en el análisis de Zonared: "'The Order 1886' se ha visto sometido a una caza de brujas vaya usted a saber porqué, cuando el único "delito" de esta desarrolladora ha sido crear, salirse de los cánones establecidos de un género y dar a la luz una experiencia digna de nueva generación". Sin duda, visto en el contexto del lanzamiento del juego la nota de 8.5/10 que firmamos al pie del texto en esta casa fue valiente, más viendo la oleada de críticas feroces que cayeron sobre el paso a la primera línea de Ready at Dawn.
El debate fue intenso durante unas semanas, muy intenso, y como siempre todo se acabó por enfriar. Pero a nadie se le escapa que el rastro que ha dejado 'The Order 1886' es el de la decepción, el de las expectativas truncadas... Sin embargo, el tema se ha enfriado lo suficiente como para tomar un par de pasos de distancia y volver a visitar la obra. En los últimos días me he enfrascado en el universo victoriano de Ready at Dawn, y la primera conclusión a la que llego es que si este juego hubiese salido hace 10 años se habría alzado a los altares.
El coletazo de lo cinematográfico
'The Order 1886' es el coletazo intenso de la experiencia cinematográfica en videojuegos. Un camino que se comenzó hace un par de generaciones y que en tiempos de PlayStation 3 y Xbox 360 siguió en plena forma con juegos como 'Metal Gear Solid 4' o la saga 'Uncharted' sin ir más lejos. Experiencias interactivas como los juegos de Quantic Dream siguieron anquilosados de manera aún más radical en esa estela. Sin embargo, 'The Order 1886' llega con un tejido muy similar al de estos ejemplos y el batacazo es histórico, e históricamente injusto.
La obra de Ready at Dawn se ha juzgado más por lo que no es y queríamos que hubiese sido, que por lo que propiamente ofrece. De alguna manera, el caso 'The Order 1886' ha sido un ejercicio esquizofrénico similar al ir a ver una comedia al cine y verter críticas por no ser suficientemente trágica. Al final el caso The Order 1886 es el ejemplo vivo de una crítica inmadura y pobre, guiada más por la moda que por el criterio. Es lógico que haya modas, hasta el crafteo llega al nuevo "Castlevania no Castlevania" de Igarashi, pero la moda es tendencia no imposición. ¿Los juegos cinematográficos no están de moda? Estupendo, me parece perfecto, pero ¿qué demonios tiene que ver eso con la crítica de videojuegos?
¿Qué buscas?
El que busque una experiencia cinematográfica y lineal, muy volcada en la narrativa y la ambientación, y con unos valores de producción desproporcionados, 'The Order 1886' es un juego recomendable. Si buscas el nuevo 'Halo', entornos abiertos centrados en los tiroteos, entonces mejor juega al 'Halo'.