Tras la dura noche que fueron los The Game Awards 2015, toca recapitular cómo fue, más allá de un recopilatorio de noticias de los anuncios, de valorar lo que esos anuncios han significado y el impacto real en los jugadores y de la gala en sí.
Para ésto, mejor me duermo
Diez primicias mundiales es lo que nos lleva prometiendo la gala, posiblemente una de las razones por las que tanta gente vería una gala de premios, aunque creo que ya es lo bastante conocida y mediática como para empezar a abandonar el tema de las primicias. Al menos yo y unos cuantos más veríamos una gala a lo mejor del sector, con sus entregas de premios, discursos y alguna actuación musical, y sabemos que no somos una minoría.
Hablando de las primicias en sí, pocas primicias fueron a ciencia cierta grandes revelaciones. Muchos juegos como 'Far Cry Primal' resultaron mucho menos sorprendentes porque sabíamos de su existencia, y las nuevas versiones de 'Rocket League' y 'Shadow Complex Remastered' resultaron mucho menos sorprendentes, sobre todo debido a las filtraciones, que parece que cada vez es más difícil guardar un secreto antes de su anuncio.
¿'The Walking Dead: Michone'? Pues se ve como cualquier otro juego de Telltale Games que ya empiezan a oler, y miedo tengo por el juego de 'Batman' que están haciendo, porque parece una buena idea pero la sombra de Rocksteady Studios es larga. Y de gameplays mostrados, poco se vio de 'Shaq Fu: A Legend Reborn' como para juzgar, y el hype sobre 'Quantum Break' se quedó en unos pocos segundos de vídeo que no hicieron justicia.
¿Y dónde quedaron las primicias de Nintendo y los personajes de 'Mortal Kombat X' (aunque fueron filtrados)? Y los anuncios de Oculus Rift, son un juego original de navegadores que dejó un silencio incómodo y un 'Rock Band' que a saber cómo sale el hecho de ser un juego en el que el casco te impide ver el instrumento real.
¿Y 'Psychonauts 2'? Muy buena noticia hasta que ves que Tim Schaffer le ha cogido el gusto a mendigar dinero, que ya son tres sus campañas de crowdfunding y en la de 'Broken Age' admitió haber pedido de menos y no controlar los gastos. Ningún anuncio hizo saltar a casi nadie de la silla, y lejos queda ese anuncio de 'The Phantom Pain' que conmocionó al mundo, y se ha notado más como una lista de trailers propios de notas de prensa que varias editoras se pusieron de acuerdo en sacar a la vez, casi como un día normal, pero con lucecitas en un escenario.
Cumplieron con los premios, pero por tangente
Por lo menos cumplieron en unos pocos puntos del programa, como el homenaje a Satoru Iwata que llegó a sacar lágrimas a más de uno (entre los que me incluyo) o el premio especial a Westwood Studios. Siempre defenderé los juegos como producto cultural y de los que hay que aprender su pasado para comprender su presente, porque 'League of Legends' y 'Dota 2' no salieron de la nada.
Al menos la actuación musical de CHVCHES fue bastante interesante, aunque esperaba más de la de deadmau5 tras el bombo que le han dado, porque he escuchado mejores temas suyos en la radio que tiene en 'GTA: Chinatown Wars'. Al menos los premios han tomado más protagonismo que otros años y si bien se han mostrado casi todos los ganadores, muchas entregas fueron tan express que casi ni te enterabas de quienes los ganaban y no podían dar ni las gracias por ganar.
Es necesario un cambio de formato
Es comprensible que la gala tenga unos costes y que gran parte del presupuesto sea ingresos publicitarios, pero es que las primicias no han sido para tanto y cada vez más, en una época en la que internet te permite enviar información al instante a todo el mundo, una primicia así que es más propio de nota de prensa sabe insuficiente. No es imposible querer una gala de premios pura, pues los jugadores queremos que se respeten los videojuegos al menos como entretenimiento y luego como producto cultural, y The Game Awards tiene el potencial para hacer una gala que traiga respeto y reconocimiento a los videojuegos.
Mis consejos para el año que viene serían eliminar las primicias y centrarse más en los premios y los agradecimientos, una hora más de duración siempre y cuando empiece una hora antes (la WWE siempre empieza sus shows semanales de tres horas a las dos de la madrugada en España), y habría más tiempo para actuaciones musicales más completas, que me quedé con ganas de más CHVRCHES tras descubrirlos. Igual es mucho pedir, pero me gusta pensar que se trata del avance natural, porque con tantas galas y entregas de premios de videojuegos en el mundo y pocas quieren ser unos Oscars serios, y los The Game Awards tienen un potencial enorme que explotar. Lo dije hace dos años, que necesitamos unos Oscars del videojuego y que es posible, y me mantengo.
Eso sí, tengo que dar un pequeño aplauso a favor de Geoff Keighley, que tras ser conocido como "Doritos Pope" por aparecer con publicidad de Doritos y Mountain Dew en uno de sus programas de Gametrailers, se ha redimido al decir sin pelos en la lengua en la gala de premios que estaba siendo seguida por millones de personas en todo el mundo, cómo Konami le ha hecho la vida imposible a Hideo Kojima cuando está en la época de agradecimientos del que es posiblemente su último juego en la empresa. Vale que no es secreto que sean grandes amigos, pero no quita que la información que ha dado en directo puede causarle una futura demanda judicial, y eso es digno de admirar. Y cero premios para 'Undertale', me han estropeado mis apuestas.