El 13 de Enero 2016 | 17:39
Nintendo se encuentra ante el que seguramente sea uno de los años más importantes de su larga trayectoria. De sus tres últimas consolas de sobremesa, dos de ellas han resultado ser tropiezos comerciales, y aunque con el paso del tiempo Game Cube ha logrado ser considerada una consola de culto, Wii U aún no tiene ni mucho menos ese carácter. Más bien todo lo contrario, el regusto por el momento es agridulce y en este 2016 no tiene ningún atisbo de mejorar. Pero no pasa nada, todas las empresas -sean de videojuegos o no- han tropezado alguna vez, pero es obligación estudiar qué se ha hecho mal y corregirlo de cara a productos futuros. Mi duda, y creo que es bastante razonable, es si en Nintendo existe la suficiente autocrítica para ser conscientes de qué se ha hecho mal para que la competencia les haya adelantado por la izquierda.
De Nintendo se ha dicho en los últimos tiempos que va a su bola, contracorriente, que no sigue el mismo camino que Sony y Microsoft, y eso no debería ser malo, sino todo lo contrario, ya que ha logrado desmarcarse totalmente de la competencia. Ofrecer algo radicalmente distinto, en definitiva. El problema es que Nintendo va en otro camino diferente al de la mayoría de jugadores del mundo, y sobre todo, que da la sensación de haber aprendido muy poco de los errores cometidos con Wii U. Cuando tu estás en un mercado competitivo, es tu obligación fijarte en lo que hacen tus competidores, sobre todo cuando estos están muy por encima de tí. ¿Qué han hecho bien en Sony y en Microsoft para tener tanta ventaja hoy en día a nivel de números? Dudo mucho que haya una sola persona en Nintendo encargada de este menester...
No hay maquillaje que pueda disimular los hechos: las cifras de ventas de Wii U son irrisorias. ¿Las causas? Personalmente no puedo llegar a entender como esta consola no ha tenido aún, casi cuatro años después de su lanzamiento, un 'The Legend of Zelda' específico -cuando llegue, si llega, será demasiado tarde para ella- ni una nueva franquicia de Mario como fue 'Sunshine' en Game Cube o 'Galaxy' en Wii. ¿Os imagináis una Xbox sin 'Halo' o una PlayStation sin 'Gran Turismo'? ¿A que es inconcebible? Otro punto clave es el precio: ¿tiene sentido vender una consola con 4 años en el mercado y un hardware de hace 8 a solo 100 euros menos que las de la competencia?
El otro problema gordo, más aún, es la relación de Nintendo con las third parties, en la cual alguien va a tener que dar su brazo a torcer, y tengo bien claro quién tendrá que ser: la propia Nintendo.
No importa hasta qué punto llenes tu catálogo de juegos exclusivos de producción propia: si quieres triunfar -triunfar de verdad, no vender alguna consola de vez en cuando-, necesitas tener los super ventas de la actualidad: 'Call of Duty', 'FIFA', 'GTA'... Esto es una verdad casi absoluta, y Nintendo tiene el mejor ejemplo en casa: el mayor vendeconsolas de la historia fue 'Street Fighter II', para SNES, producción de Capcom, obviamente. ¿Cuánto hace que no se deja ver esta franquicia en una consola de Nintendo? Necesita mejorar su relación con Activision, EA, Ubisoft, etc... pero esto es harto complicado.
Lo es básicamente porque Nintendo está empeñada, noblemente, en innovar con sus consolas. Quiso cambiar nuestra manera de jugar con Wii, y no lo hizo -porque ya nadie juega así, ¿no?-, pero sí consiguió atraer a una cantidad de público enorme que tal vez ni siquiera sabía lo que era un videojuego. Las third parties, pícaras ellas, estaban encantadas de lanzar juegos para esta consola, porque contaban con un público potencial de más de 100 millones de personas, y si unimos a esto los bajos costes de producción de un videojuego para Wii, blanco y en botella... Pero ay, las cosas han cambiado, porque ese público potencial se ha quedado ahora en la décima parte de lo que era.
Nintendo volvió a innovar con Wii U, gracias a su Gamepad. Viniendo del panorama del que se venía, Warner no tuvo problema en lanzar 'Batman Arkham City', Ubisoft hizo lo propio con 'ZombiU', EA con 'FIFA'... pero las ventas no arrancaban. Nintendo pretendía que todas ellas adaptaran sus juegos multiplataforma de alguna manera al peculiar mando de su consola, y eso supone más tiempo y trabajo, en resumen, más dinero. Era sencillo portear un videojuego de PlayStation 3 y Xbox 360 a Wii U, pero... ¿qué pasaría cuando llegaran PlayStation 4 y Xbox One? Evidentemente, las TP no pasaron por ese aro y se acabó el chollo. Lo peor -lamentablemente- es que parece que Nintendo va a volver a crear una consola diferente, y volverá a pasar lo mismo. Querer ofrecer un producto diferente no es un error por parte de la compañía de Kyoto, nada más lejos, pero sí lo es pensar que no necesitan a las third parties para triunfar. Claro que las necesitan, como todas.
¿Cómo solucionar esto? Es complicado. PlayStation 4 y Xbox One nos ofrecen una manera de jugar exactamente igual que las de sus predecesoras, y ahí están sus cifras de ventas, sobre todo las de la primera. Wii U quiso cambiar eso, y el resto es historia. Si NX sigue por el mismo camino, los fans de Nintendo estarán encantados con sus exclusivos de siempre, que seguro los tendrá, pero sus inversores dudo que lo estén tanto.