Después de un verano triste en grandes lanzamientos, como es habitual, a principios del mes de septiembre llegaba el que prometía ser el juego del otoño, del año, de la generación y de la década: 'Destiny'. Después de un mes de auténtica locura entre su comunidad, esta se ha reducido en cantidad hasta llegar a ser un juego que se ha ido diluyendo entre otros importantes títulos de lanzamiento otoñal. Hoy llega su primera expansión, 'The Dark Below', coincidiendo con los tres primeros meses del juego en el mercado, y para muchos supone la última oportunidad que le dan al juego de Bungie. Si la aprovechará o no, solo el tiempo lo dirá.
Yo mismo fui uno de los que cayó en las redes de 'Destiny' en septiembre, porque siendo honestos, ¿qué podía salir mal? Bungie, Activision, un nuevo universo, mucha pasta de por medio... Los primeros días era echar un vistazo a mi lista de amigos de PSN y se veía una auténtica locura: todo el mundo lo estaba jugando. Ahora solo queda uno de ellos. Sorprendente, al menos desde el punto de vista de alguien que lo haya visto desde la barrera, porque quienes lo comenzamos a jugar desde el día uno hemos sido yendo plenamente conscientes de sus fallos conforme jugábamos un día tras otro. ¿Qué ha pasado con 'Destiny?
A los tres días de su lanzamiento mundial, ya había análisis de 'Destiny' circulando, lo que hemos visto posteriormente que se podía calificar como prematuro. Faltaban muchas cosas por juzgar, y entre ellas, lo más importante en este tipo de juego: el endgame. Tras llegar a nivel 20 y terminar la campaña, nos encontramos con que para subir de nivel es necesario conseguir piezas de armadura que contengan luz, y que para ello lo que hay que hacer es, simple y llanamente, repetir misiones. Y no una, ni dos, ni tres veces... El público de consola no está acostumbrado a esto, el mercado tiene un volumen de lanzamientos muy denso y la gente se cansa pronto. Tal vez con un sistema de recompensas más justo, la cosa habría sido muy distinta, pero una vez llegados a nivel 30, el máximo permitido hasta ahora, ¿qué?
Tres meses desde el lanzamiento
Toda esta inevitable sensación de repetición se podría haber visto subsanada con El Crisol, su multijugador competitivo. Sin embargo, incomprensiblemente, nos hemos encontrado con un PvP limitadísimo en modos, mapas, personalización y prácticamente en todo. ¿Cómo Bungie, creadora de uno de los multijugadores más aclamados de los últimos años, ha sido capaz de ofrecer tan poco? Doce jugadores, mapas de un tamaño estándar, modos de juego muy básicos... Es cierto que es un añadido al juego principal, cuyo espíritu es claramente cooperativo, pero a la hora de alargar su vida útil, es importantísimo. Y no cumple con su labor.
Con todo esto, sí es verdad que Bungie está actualizando permanentemente el juego, añadiendo nuevas funciones, mejorando otras y eliminando las que mayores quejas suscitan en los jugadores, pero parece no ser suficiente. En el podcast de esta casa lo hablamos: 'Destiny' tuvo un papel testimonial durante los The Game Awards, no encontrándose siquiera entre los cinco nominados a Juego del Año. Hablemos claramente: por mucho que se diga que es un juego cuya cúspide no se ha alcanzado aún, esto es un fracaso sin paliativos. Está por ver si sus expansiones anunciadas hasta ahora, 'The Dark Below' y 'House of Wolves' arreglan esto, pero quizá para entonces no quedemos muchos...