aDeSe (la Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento) ha publicado, como cada año, los datos del volumen de venta de los videojuegos de nuestro país. Y llaman bastante la atención, ya que han bajado nada menos que un 15% con respecto a las cifras del año 2011.
Valorando el mercado de venta física de hardware y software (en la estadística por tanto, no se incluyen los títulos descargados por plataformas de distribución digital, como Steam), la facturación ha disminuido de 1.153 millones de euros en 2010 a 980 millones de euros en el año 2011. Unos números nada desdeñables, pero la disminución es más que considerable. Esta bajada hace que España pierda un puesto en la tabla de ingresos europea, aunque la industria del videojuego se mantiene como la principal industria de ocio en nuestro país por volumen de facturación.
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La caída en el consumo ha sido generalizada. La facturación ha disminuido un 11,18%. Siendo España el tercer país con mayor decrecimiento, sólo por detrás de Portugal y Suecia. Para consultar el resto de cifras, algunas de ellas muy interesantes, os invito a visitar la web de aDeSe.
¿Por qué?
Así pues, ¿cuáles creéis que son los motivos de estas pérdidas? Se me ocurren varios puntos a profundizar y voy a tratar de desglosarlos a continuación.
No, aunque muchos lo estéis pensando, no pienso que la crisis mundial sea un problema. Somos humanos y como tales, no nos privamos de caprichitos. Y los videojuegos al fin y al cabo, son un pequeño lujo. Y tanto consolas como videojuegos son el regalo perfecto para el cumpleaños de un primo o la comunión de una sobrina. Creo que a pesar del considerable descenso, no son malas cifras para un medio de ocio tan defenestrado en muchas ocasiones.
Como ya he comentado con anterioridad, las cifras serían más positivas si se considerase la oferta de una plataforma tan en auge como Steam, cuyos beneficios se han duplicado en este último año. Un grueso bastante amplio de usuarios se está decantando por las plataformas de distribución digital y los beneficios que conllevan. Y creedme, cada vez habrá más jugadores que hagan uso de este tipo de medios.
También estaréis pensando en la piratería, pero no creo que sea el lastre que era hace no muchos años. Aunque sigue habiendo más de la deseada, estoy seguro de que cada vez menos usuarios modifican la consola. En consolas portátiles sí que afecta en cuanto a software, pero en las de sobremesa la cosa es distinto.
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Primero porque una consola modificada puede dar más contras que pros, como ser baneados y tener la imposibilidad de, por ejemplo, jugar online. Conozco a más de uno que tiene dos consolas, una para los títulos multijugador y otros para los descargados de manera ilegal. Y aunque siga habiendo gente que no valora el trabajo de los centenares de personas que, por norma general, están detrás del desarrollo de un videojuego, cada vez son menos.
La importación; un aliado para nuestro bolsillo
En una época donde valoramos más que nunca el fondo de nuestro bolsillo, cualquier medio es bueno. Y si podemos conseguir calidad de una manera mucho más económica, la importación resulta una bendición absoluta. Por eso creo que las cifras publicadas pueden resultar algo engañosas. Pondría la mano en el fuego a que la totalidad de los jugadores habituales han hecho uso de webs, británicas generalmente, para adquirir un producto a un precio irresistible.
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Porque por unos impuestos o por otros, es una realidad que títulos recién lanzados al mercado están a los pocos días a un precio mucho más atractivo que en tiendas especializadas. De hecho, creo que estas webs han sido las que han provocado que GAME llegue a la situación extrema que ha estado a punto de provocar su desaparición. Con lo mal que está la situación en nuestro país, a cualquiera le da igual esperar dos o tres semanas por hacerse con ese esperado juego y ahorrarse hasta 50€ en muchas ocasiones por comprarlo en la tienda del barrio. Y todos sabemos que esto no es ningún problema, sino todo lo contrario. Una posibilidad que irá 'in crescendo' equiparablemente a la fiabilidad de la gente. Aunque también tiene el factor negativo de posibles pérdidas de empleo debido a posibles cierres de establecimientos.
Y me da igual que vengan compañías a decir que este bajón se debe al mercado de segunda mano. Es más, me resulta hasta ofensivo que traten de acabar con un método que se ha utilizado toda la vida en cualquier campo de la vida. Lógicamente, todos queremos productos nuevos e impolutos, pero tal y como están los sueldos hay que conformarse con cualquier miguita.
Así pues, teniendo en cuenta todos estos factores, creo que el sector se mantiene firme y realmente no ha perdido crédito, sino que se han abierto otras opciones que quedan fuera de cualquier estadística. La expansión siempre es positiva, y creo que quedan muchos años para que el ocio electrónico, cuya evolución es inusitada, esté en crisis.