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Anuncian un nuevo juego español basado en 'Reservoir Dogs'

¿QUÉ ME QUENTIN, TARANTINO?

Anuncian un nuevo juego español basado en 'Reservoir Dogs'

Por Manu Delgado

El 10 de Marzo 2017 | 22:12

El estudio barcelonés Big-Games trabaja en una nueva adaptación al videojuego de la película de Quentin Tarantino.

El estudio barcelonés Big Star Games y Lionsgate han anunciado hoy que están trabajando en un nuevo videojuego basado en la primera película de Quentin Tarantino (que en 2017 cumple 25 años). Este nuevo título se llamará 'Reservoir Dogs: Bloody Days' y se lanzará primero en PC y más tarde en Xbox One.

Perspectiva cenital

'Reservoir Dogs: Bloody Days' será un videojuego de acción estratégica en perspectiva cenital en el que tres personajes -dos fijos por cada nivel y un tercero a elegir por el jugador- tendrán que ir resolviendo diferentes situaciones que acabarán, haciendo honor a su nombre, como el rosario de la Aurora. Una de sus características más destacadas por los desarrolladores es una función que permitirá rebobinar el tiempo con sólo pulsar un botón, aunque no será una habilidad exenta de consecuencias.

'Reservoir Dogs: Bloody Days'

Según explican sus creadores, 'Reservoir Dogs: Bloody Days' cuenta con la licencia de la película original, pero la historia que narrará no tendrá nada que ver con la del largometraje. De hecho, aunque los personajes sean los mismos que los de 'Reservoir Dogs' -El Señor Rubio, El Señor Azul, El Señor Marrón, El Señor Naranja, El Señor Rosa y El Señor Blanco- el modelado de sus caras no se parecerá al de los actores que interpretaban sus papeles, sino que adquirirán una estética cartoon acorde a la del resto del juego.

Segundo juego sobre 'Reservoir Dogs'

Lo que muchos no habrán olvidado es que 'Reservoir Dogs' ya tuvo una adaptación en forma de videojuego: se llamaba igual que la película y se lanzó para PC, PlayStation 2 y Xbox en 2006. Su naturaleza de shooter de acción en tercera persona lo alejaba del film original, lo que unido a su cuestionable calidad le supuso una mala ronda de críticas en la comunidad internacional. Eso sí, la extrema violencia de la que hacía gala le costó la censura total en países como Australia.

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