Tras el anuncio del retraso de la Games Developer Conference por culpa de las consecuencias del coronavirus, los organizadores han dado una nueva fecha para el evento que, este año, se celebrará en verano.
Se trata de la GDC Summer 2020, un nuevo nombre para un evento especial y, esperemos, que singular por las condiciones que lo rodean. Se celebrará en San Francisco entre los días 4 y 6 de agosto y llegará con algunas novedades y cambios en su planteamiento.
El motivo de los cambios en sus contenidos es evidente: la feria se tendría que haber celebado a principios de año pero este retraso supone seis meses de diferencia entre lo inicial y lo que va a ser. Muchos de los anuncios que se han hecho estos días, como la presentación de las especificaciones técnicas de Xbox Series X y de PlayStation 5, iban a tener lugar dentro de la propia GDC. Muchos de los juegos que también se iban a anunciar o presentar lo han tenido que hacer con otro formato o desde otras plataformas.
Por ello habrá nuevas conferencias, eventos y posiblemente anuncios. Ahora habrá que ver cómo se distribuyen estos ya que para finales del mes de agosto está planificada la Gamescon 2020. Y esto puede ser un problema para las empresas.
Un calendario muy alterado
La irrupción del coronavirus ha dejado un calendario de eventos totalmente anómalo y extraño este 2020. Suspensiones de eventos, cancelaciones, retrasos de grandes ferias como el propio E3 o la MWG han ido sucediéndose uno detrás de otro.
Algunas de estas ferias han decidido posponer su celebración, como en el caso de la GDC. Sin embargo, otras aún lo mantienen en el aire o estudian hacer algún tipo de evento digital alternativo.
Sea como sea, es evidente que esto va a tener efectos en los eventos que sí que tienen una fecha "normal" y que aún no se han visto afectados por la pandemia. Hablamos, cómo no, de la Gamescon o del Tokyo Game Show, que tendrán lugar a finales de agosto y en septiembre respectivamente.
El retrasar algunos eventos para que se celebren en fechas cercanas puede hacer que los anuncios se distribuyan más o que algunas ferias se queden con un impacto menor del que deberían de tener.
Habrá que ver cómo organizan las compañías sus sorpresas y cómo evoluciona la situación que, por el momento, no tiene pinta de remitir en los próximos días.