Normalmente la nota perfecta se reserva para los juegos que tienen un acabado impecable, cuya técnica incuestionable supone un antes y un después en el medio y cuyos fallos, de tener alguno, pesan mucho menos que los aciertos. Como dije en su análisis, hablar de forma crítica de 'Night in the Woods' me ha resultado extremadamente difícil: es cierto que no le he visto apenas fallos, pero si alguna vez he notado algo mejorable automáticamente he desechado la idea de centrarme en ese aspecto a la hora de hacerle un juicio de valor global. ¿Por qué? Porque este juego es tan sumamente personal y está trabajado con tanto mimo, detalle y dedicación, que ponerme a hablar sobre si sus tiempos de carga son más o menos lentos me parecía un sacrilegio.
Un juego doloroso y personal
Quizás este diez a 'Night in the Woods' puede chocar un poco a todo aquel que lo vea desde fuera, sin haberlo jugado. ¿Un plataformas en 2D con colorines, animales y poco más puede tener un 10? Si dejamos a un lado el anticuado pensamiento de que para que un juego sea perfecto debe tener más músculo técnico que el anterior videojuego perfecto, si dejamos de lado todos los estereotipos hacia los videojuegos perfectos,'Night in the Woods' se merece tener la calificación más alta posible teniendo en cuenta la conexión tan íntima que ha conseguido conmigo. Máxime cuando estamos ante un juego que se carga muchos de los pensamientos preestablecidos que tenemos sobre el propio medio.
Y bueno, la crítica al fin y al cabo es un género periodístico marcado por la subjetividad de quien lo escribe. En este caso este videojuego me ha tocado tan de lleno que pareciera que Alex Holowka, el creador de 'Night in the Woods', hubiera realizado este título a medida para mí, después de una severa investigación de mis experiencias vitales. Pero evidentemente sé que no, igual que también sé que hay más gente que se ha sentido así, por eso es digno de alabar que haya conseguido tal grado de afinidad con su público a través de una hitoria tan personal. Los aspectos formales que más destacan cuando vemos 'Night in the Woods' desde fuera pasan a ser un envoltorio perfecto para su mensaje una vez que lo jugamos, reflexionamos y lo entendemos a nuestra manera. 'Night in the Woods' es un videojuego tremendamente personal, cada uno podrá ponerle la nota numérica que quiera, pero para mí no podía ser otra que un diez.