El 16 de Enero 2016 | 05:58
Actualmente parece una constante que las compañías se dediquen a registrar patentes que posiblemente no vayan a utilizar nunca; sin embargo, es una garantía que esto se produzca para que no haya problemas futuros en caso de que se quieran trabajar con ellas. Sucede con el nombre de algunos videojuegos, ideas, innovaciones tecnológicas... Nintendo ha estado siempre en la vanguardia tecnológica desde que comenzaron a dedicarse a esto del ocio electrónico aunque ahora la potencia técnica de sus máquinas no diga lo mismo, pero en 1994 se les pasó por la cabeza una idea que todavía a día de hoy parece de locos.
No llegó a nada
La Gran N registró en 1994 una patente que permitía editar videojuegos y aspectos gráficos de los videojuegos que más tarde podrían ser transferidos a la pantalla del televisor; dicho de otra manera, los jugadores íbamos a poder pausar el juego en un momento dado y personalizar algunas partes del mismo con una inteligencia artificial realmente desarrollada que evitaría que tuviésemos que tener conocimientos de programación.
El concepto ya estaba ahí, y aunque por aquel entonces su implantación en el mercado no habría tenido ninguna utilidad porque la gente no estaba interesada en crear sino experimentar lo que los ahora veteranos miembros de esta industria estaban haciendo. En cualquier caso, personalmente creo que sería una herramienta realmente útil para la programación en escuelas y centros educativos donde las edades más tempranas están como esponjas esperando que se les enseñen los entresijos del ocio electrónico.
Podéis leer el reportaje original en la web Nintendo Life pinchando en este enlace.