Lanzar una nueva consola siempre es un proceso duro para una compañía, al menos en los primeros compases. Los ingresos que genera son mínimamente superiores a lo que cuesta producirla, y eso si se llegan a vender las unidades previstas y sin contar con los costes derivados del marketing y la distribución. En general, se ha normalizado bastante el que una empresa determinada pierda dinero durante los albores de un nuevo lanzamiento. Pero, evidentemente, esto obedece a una estrategia a largo plazo fruto de innumerables estudios de marketing que aseguran que si todo va según lo planeado, la consola en cuestión enriquecerá a la empresa.
Nintendo, por su parte, será la primera en estrenar consola nueva después de varios años, y según parece intentará desmarcarse de esta práctica tan establecida.
Un panorama diferente
La compañía afincada en Kioto ha ofrecido una sesión de preguntas y respuestas sobre los resultados financieros del último año fiscal, los cuales fueron revelados hace bien poco. Cuando se le preguntó sobre el rendimiento de NX de cara al próximo fin de año fiscal que tendrá lugar en marzo de 2017, fecha en la que se lanzará la consola, el presidente de Nintendo, Tatsumi Kimishima, respondió lo siguiente: "No estamos pensando en lanzar el hardware con pérdidas de dinero. Cuando se lanzó Wii U, el yen era muy fuerte. Asumo que esa situación no se volverá a repetir. Vender el sistema con pérdidas en su lanzamiento no sería un apoyo para el negocio, así que esa es la mentalidad que estamos manteniendo para desarrollar NX."
Esta filosofía de negocio resulta bastante coherente para Nintendo, especialmente si tenemos en cuenta que tras los anuncios de la última junta de accionistas cayeron sus acciones, así como que los resultados que obtuvo en el pasado año fiscal fueron muy inferiores a los de sus competidoras directas. Tiene lógica que la casa de Mario, Link y compañía no pueda permitirse dar un paso en falso y perder aún más a corto o medio plazo.
Tal vez al adelantarse en una nueva generación de consolas antes que nadie empiece a ganar más terreno. No obstante, como dicen en Destructoid, no sabemos si estas intenciones de no perder dinero en el lanzamiento podrían deberse a que se trata en realidad de un sistema demasiado barato y de calidad cuestionable, o a un precio de salida excesivo para la consola, por poner dos posibilidades extremas.