El 15 de October 2015 | 06:29
Seguramente le podamos reprochar muchas cosas a Nintendo a lo largo de los últimos años. Desde su forma de tratar algunas licencias como ciertas decisiones que poca gente ha comprendido. Pero su comunidad de fans sigue ahí pase lo que pase y hay algo que sigue haciendo que sus títulos exclusivos no pierdan nunca unas cotas de calidad cercanas a la excelencia.
Una manera única de trabajar
No se puede generalizar, pero son pocos los títulos de Nintendo de gran envergadura que terminan decepcionando. Para Kensuke Tanake, uno de los productores con más experiencia y reputación dentro de Nintendo, la forma en que Nintendo desarrolla sus obras desde los inicios de la compañía en esta industria es algo que marca la diferencia con el resto de estudios del medio.
"Sí, en Nintendo creo que creamos juegos de una manera muy singular. En primer lugar, no nos dedicamos a crear infinidad de documentos cuando estamos desarrollando un videojuego. Conozco muchas empresas que tienen una enorme pila de documentos hablando sobre las cosas que quieren incorporar en el título en ciernes".
En Nintendo se trabaja de manera diferente; aquí no empiezan a trabar sin saber qué elementos harán la función de eje direccional, la piedra angular que marcará las pautas para el resto de elementos que serán incorporados en la experiencia jugable. Tanabe también ha reconocido que hay ideas que finalmente son desechadas; muchas, de hecho. Sin embargo, el mayor inconveniente viene cuando son otras compañías las que tienen que coger sus licencias, las llamadas second party, que en un principio suelen tener muchas dificultades por no interiorizar los modus operandi de la compañía de Kyoto.
Quizá estos sean los motivos por los que son muy pocas las compañías que están fijas como subsidiarias de Nintendo, aunque las que están llevan mucho tiempo y estarán durante mucho más. El ADN de Nintendo, algo difícil de asimilar pero increíblemente eficaz en todo el mundo.