El 20 de Enero 2016 | 04:26
Las flashcard tienen sus ventajas y sus inconvenientes, pues si bien nos permiten hacer copias de seguridad o emular consolas anteriores a través del homebrew, lo que realmente hacen es facilitar la ilegalidad en cuanto al uso de videojuegos actuales se refiere. La piratería no favorece a la industria del videojuego, y esto es al fin y al cabo cultura. La cultura debe pagarse porque hay gente detrás que está trabajando para ver remunerada su labor, como todo el mundo. Robar no es lógico; en la industria del videojuego, tampoco.
Desde 2009 Nintendo ha perseguido en el Tribunal Supremo de Japón la venta de estas tarjetas, pero el Supremo denegó las apelaciones hasta ahora, que han considerado de nuevo que la venta e importación de estos productos es completamente ilegal e ilegítima. Los acusados en la demanda deberán pagar nada menos que 815.000 dólares a Nintendo por daños y prejuicios.
El caso PC Box
No es la primera vez que ocurre algo así con las tarjetas flash de las portátiles de Nintendo; de hecho, hace unos meses fue noticia el caso de PC Box, que dejó la situación bastante debilitada para estas tarjetas en Europa. Así pues, un Tribunal de Primera Instancia en Milán obligó a que la cadena de tiendas PC Box tuviera que dejar de vender unas flashcart, chips y copias "pirata" de algunos videojuegos de Nintendo. A lo largo del juicio se pudo corroborar que las acusaciones de Nintendo estaban en lo cierto y se ha considerado finalmente que esos dispositivos no eran de uso legítimo, causando grandes pérdidas de dinero para Nintendo.
"Nintendo se muestra de nuevo muy satisfecha porque esta decisión sea coherente con una larga serie de precedentes judiciales establecidos en los tribunales nacionales de varios miembros de estados, entre ellos, Bélgica, Francia, Alemania, Países Bajos, España y Reino Unido. Esta decisión también está totalmente vinculada con otras decisiones de la Corte Suprema italiana contra los vendedores de dispositivos de este tipo, así como un reciente fallo de los tribunales de apelación penal en Florencia, que confirma una decisión penal de primera instancia en contra de los propietarios de la cadena italiana PC Box."