El 17 de Mayo 2015 | 07:16
El último Q&A que celebró Nintendo a comienzos de esta semana para comunicar qué balance habían de los últimos tiempos, y planes a corto y medio plazo, desde el próximo E3 hasta incluso cómo se ven dentro de 10 años, llegó un momento donde tocó comentar algunos temas más delicados pero no por ello menos importantes.
Todo comenzó a fraguarse mucho antes
Es sabido por todos que Satoru Iwata tuvo que pasar por una dura enfermedad hace un par de años que le obligó a estar alejado de la primera línea de Nintendo; un rumor que le obligó a pasar por quirófano y que afortunadamente se fue por donde vino. Este hecho obligó a cambiar los planes del estudio, así como la muerte de Hiroshi Yamauchi, presidente de la compañía inmediatamente anterior y que cedió personalmente el puesto al propio Iwata hace ya más de una década. ¿Cómo afectaron estos hechos en la Gran N?
"Por supuesto, entiendo que pueda parecer que Nintendo ha cambiado durante este año, pero en realidad nuestros planes específicos cambiaron cuando comencé a hablar sobre nuestros nuevos esfuerzos para maximizar el valor de la IP de Nintendo y hacer un uso inteligente e los dispositivos inteligentes a comienzos del año pasado [enero de 2014]. Y recientemente, esos planes llegaron a una etapa en la que ya podían ser desveladas al público.
Además, no creo que el fallecimiento de Yamauchi o mi enfermedad hayan tenido un efecto directo, pero realmente pienso que la forma en que Nintendo procedió como empresa fue ligeramente modificada cuando se hizo evidente para nosotros al término del pasado año fiscal, el 31 de marzo de 2014, que Nintendo no alcanzaría sus previsiones financieras, las cuales estaban basadas en estructura estipulada de negocio de videojuegos de Nintendo. De este modo, reanalizamos qué podríamos dejar y con qué continuar como estaba."
Por lo tanto, Iwata insiste en que los cambios comenzaron a fraguarse fruto de las negociaciones iniciadas a inicios de 2014; nada tuvo que ver su enfermedad o la muerte de Yamauchi. El futuro dirá si esos cambios resultaron fructuosos o si, al contrario, les están llevando a la quema donde nadie quiere estar.