Por más absurdo, intrascendente y hasta cómico que pueda resultar, los agujeros presentes en los cartuchos de Famicom (NES en Japón) siempre habían sido objeto de debate... hasta hoy. Al fin, Nintendo ha contado para qué servían y cuál era el objetivo que tenían en mente cuando los diseñaron así (recordad que, en absoluto eran así en occidente). Y, efectivamente, más de uno habrá acertado la respuesta: la piratería. Como muy bien sabéis, en aquella época los cartuchos eran un buen seguro de vida de cara a esas prácticas. Pero muchas veces no era solo una cuestión de hardware, o de impedir una copia ilegal; también era una cuestión de estética y diferenciación con respecto al producto original.
La clave del cambio estético
Como bien sabréis si habéis visto las distintas versiones de NES, la Famicom japonesa no solo era una consola mucho más pequeña que la versión europea, sino también una máquina estéticamente muy diferente. ¿Por qué? Pues por lo menos en el caso de los cartuchos, una simple cuestión estética que ayudaría a diferenciar los juegos originales de las posibles copias. Vamos, que todas aquellas teorías hasta rebuscadas que habíamos leído por ahí, eran totalmente erróneas. Ni disipadores de calor ni problemas de fabricación... Una explicación tan simple como los propios agujeros.
Así lo ha explicado la propia Nintendo en una entrevista concedida al portal japonés de 'Afternoon News', dejando claro que no comportaban absolutamente ninguna utilidad. Lo interesante, es que aunque no lo han comentado en la entrevista, quizás la "resistencia" natural de esos cartuchos contra la piratería, sería la causa para la cual esos agujeros dejarían de ser necesarios más adelante. Cuanto menos por cuestiones estéticas.
En definitiva, algo tan curioso como divertido, que nos ayuda a seguir recordando una consola fantástica. Una que, por cierto, podría volver a ponerse de moda muy pronto, sobre todo si Nintendo cumple su promesa de volver a abastecer el mercado de múltiples y abundantes unidades de su versión "Mini". Mientras tanto, nos conformaremos con seguir disfrutando de su hermana mayor: SNES Mini, que es otra máquina sin lugar a dudas extraordinaria.