Hoy muchos nostáligos y amantes de Nintendo tienen una cita importante con su tienda habitual de videojuegos, y es que Nintendo Classic Mini ya está disponible en Europa. La versión más "cuqui" de la Nintendo Entertainment System es una recreación fiel de la consola original que se acompaña de un mando e incluye de serie un total de 30 grandes joyas de 8 bits emuladas. Gracias a su cable de conexión HDMI podemos disfrutar de estos clásicos en una resolución de 1080p, contando además con distintas opciones de visualización.
Sin embargo, hay algo que no ha sido includo con esta consola: un adaptador de corriente, aunque la consola sí se acompaña de un cable USB. Esto ya lo sabíamos, pero hoy es el día en el que muchos tenemos la cartera caliente, dispuestos a lanzar nuestro dinero al primer dependiente que se nos cruce con tal de hacernos con esta consola, y es un dato importante a recordar. Con la ausencia del cargador puede que de primeras se tenga la impresión de que Nintendo busca hacer caja tal y como ha ocurrido con las consolas de la familia 3DS, pero lo cierto es que con NES Classic Mini la compañía no vende adaptadores de corriente con puerto USB. No ocurre lo mismo en Japón, donde por solo 1.000 yenes se puede adquirir un adaptador para la Nintendo Classic Mini: Famicom.
Pues al final no es tan malo
Entonces, ¿cómo jugamos sin adaptador? Pues la solución es más sencilla y hasta útil de lo que parecía. Podemos buscar un adaptador compatible de 5 V / 1 A tanto en casa como en cualquier tienda de electrónica o supermercado, pero existe una alternativa que evitará un desembolso adicional: conectar el cable USB a uno de los puertos de la televisión. Esto además ayuda a que no tengamos que estar conectando y desconectando adaptadores de las clavijas de luz.
Esta consola en miniatura está perfectamente preparada para los nuevos televisores, por lo que lo más razonable es pensar en ellos a la hora de suministrar energía a la consola, y creo que es una opción realmente útil que, de lo sencilla que es, puede pasar inadvertida.