En estos últimos tiempos ha sido el sector independiente del desarrollo de videojuegos el que se ha encargado de dotar de una nueva juventud al juego local, al juego de sofá que antepone el calor humano y las represalias directas por esa última derrota a los auriculares y las líneas de banda ancha. Entre los nombres que resuenan fuerte al pensar en este tipo de juegos como podrían ser 'Gang Beasts', 'Samurai Gunn' o el mismísimo 'Rocket League' hay uno que sobresalió por ofrecer una reducción a la mínima expresión del género de la lucha ofreciendo duelos de esgrima en dos dimensiones con píxeles grandes como puños. Éste juego es 'Nidhogg' y ahora sus padres, el estudio Messhof, ha anunciado el desarrollo de 'Nidhogg 2' para algún momento de 2017 en Mac y PC para empezar.
Una ¿evolución? notable
No os descubro nada si os digo que en esto de los videojuegos se tienen a la opinión radical con demasiada facilidad y no han tardado en aparecer la primeras voces críticas al ver cómo ha cambiado esta licencia de un título para otro. Si el primer se caracterizaba por un planteamiento pausado y una representación gráfica que era minimalista dentro de lo barroco de su pixel art en bruto, la nueva entrega parece ir por otros derroteros sin perder de todo la esencia que le da nombre.
En el breve pero muy intento tráiler que el estudio ha publicado para acompañar al anuncio podemos ver que vienen un puñado de nuevas armas para hacer compañía al viejo florete de esgrima. Hachas, arcos, cuchillos y espadas vienen a darnos al bienvenida a un nuevo frenesí de hostias y puñaladas al que no haremos ascos en absoluto.
También en lo visual ha cambiado radicalmente el proyecto con el artista Toby Dixon a cargo. Ahora el nivel de detalle es más elevado pero el estilo ha virado hacía una dirección que está perturbando a más de un aficionado por esos nuevos personajes que parecen salidos de Barrio Sésamo y que dan más grima que respeto. La música, por otro lado, correrá a cargo de artistas como Daedelus, Mux Mool, Doseone y otros que conoceremos con el paso del tiempo.