El 31 de Diciembre 2016 | 02:04
A lo largo de la vida de un jugador, es normal coleccionar juegos de una serie o una consola en concreto, y en algún momento de su vida es posible encontrar el amor y casarse con una persona que puede compartir o no su pasión por los videojuegos. En el caso de que no, lo ideal es que suela haber un respeto por las aficiones del otro, se le deje su espacio personal y no se obstaculicen apenas entre ellos.
Muchos juegos vendido baratos
Pero eso no ocurrió así en el caso de un matrimonio japonés del cual el marido era un coleccionista de juegos de Famicom con más de mil juegos en su colección, y con tal número de juegos en su haber, lo normal es que hubiera muchos juegos de alto valor de mercado. Un día al volver del trabajo, vio que su colección entera había desaparecido y se descubrió que el culpable fue su mujer, una ama de casa que vendió los juegos para comprarse unos bolsos.
Prácticamente, la totalidad de la colección se vendió a tiendas de empeños que compraban rápidamente y por debajo del valor de coleccionistas, con lo que muchos juegos que podrían valer cientos de dólares se vendieron muy por debajo del precio que la mujer habría obtenido si lo hubiese vendido a coleccionistas que habrían pagado mucho más. Además, muchos de esos juegos eran regalos de familiares del marido, como alguno que le compró poco antes de morir, con los que se les añadía el valor sentimental. Mientras muchos usuarios de internet le han sugerido que se divorcie de ella, el marido ha decidido no pedirlo aunque se siente impotente porque la venta de los juegos no ha sido por una razón mayor como obtener dinero para mantener unos hijos que no tienen ni esperan, o pagar un préstamo que de forma normal no podrían pagar.