El 20 de Marzo 2022 | 12:25
La polémica ha saltado sobre Moon Studios dese el mismo momento que el medio VentureBeat publicó un artículo donde se acusaba a Gennadiy Koro y Thomas Mahler, confundadores del estudio, de una actitud y una cultura laboral tóxica, racista, con bromas pesadas, lenguaje inapropiado, intimidación y conducta informal sobre los trabajadores. El informe, que recoge el testimonio de los ex empleados del estudio, parece haber sido constatado por dos periodistas importantes, como son Jez Corden de Windows Central y Jeff Grubb, que atestiguan que Microsoft cortó los lazos con el equipo debido a que eran conscientes de la actitud interna del estudio. A todo esto se le suma la intervención de Franciska Csongrady a través de Twiter, que fue diseñadora narrativa de Moon Studios por dos años y que asevera haber sufrido todo tipo de vejaciones por parte de los confundadores.
El estudio se defiende alegando que no había intencionalidad
Ahora, Moon Studios ha decidido responder a las acusaciones. El estudio ha publicado un elaborado comunicado asegurando que el artículo de VentureBeat no es para nada representativo de los más de 80 miembros del equipo y donde presume de su diversidad cultural:
"No creemos que las experiencias sugeridas por las cuestiones de VentureBeat sean representativas de los más de 80 miembros del equipo de Moon Studios que están prosperando y haciendo un gran trabajo todos los días, ni creemos que sean representativas de las experiencias de los ex miembros de nuestro equipo. No somos perfectos, pero nos preocupamos profundamente por nuestro talento y trabajamos constantemente para mejorar. Si alguna vez hemos hecho que alguien se sienta incómodo o defraudado a alguien, lo lamentamos y siempre nos esforzaremos por hacerlo mejor".
De todas formas, el comunicado admite haber realizado algunas bromas a través de los canales de comunicación del equipo que podrían haber ofendido sensibilidades: "Apreciamos la ironía de que un austriaco y un judío israelí hayan empezado una empresa multicultural. Nos vemos como hermanos. Y, como hermanos, a veces bromeamos con el otro. Hemos realizado bromas sobre nuestros antepasados y muchas han podido ser algo insensibles y quizás hayan hecho sentir incómodos al resto".
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