Cuando se anunció el tan esperado precio final de la Xbox One en la conferencia de Microsoft Games durante su conferencia en el E3 que finalmente sería de 499 euros en Europa, hubo un silencia sepulcral en el escenario. Por otro lado, cuando Sony Computer Entertainment hizo lo mismo y anunció que la PlayStation 4 iba a costar 399€, el público saltó de alegría y en vítores.
La diferencia no lo es todo
Si bien es cierto que con los últimos tiempos que corren, la diferencia de precio es cada vez más importante en la guerra de consolas, Microsoft considera justo el precio que le ha puesto a su Xbox One. Albert Penello, un planificador de producto de Microsoft defendió esta diferencia y argumenta que la consola realmente lo vale.
Penello insiste en que los juegos y los servicios que ofrece con la consola son mayores que las de su más directo competido, además de que la gente verá el valor añadido que es la nueva versión de Kinect. Defiende que Xbox One no es solamente una consola, sino un enorme centro multimedia todo en uno en el que conectar la televisión, y que además tendrán un servicio de servicios por internet mucho mejor. Según sus propias palabras, "en el fondo los usuarios quieren compar el mejor sistema, con lo que realmente, una diferencia de cien dólares o euros no va a ser totalmente decisiva".