El equipo de desarrollo encargado de Kinect, el sensor de movimiento creado para Xbox 360 y de reciente lanzamiento, está concentrando en estos momentos sus esfuerzos en perfeccionar la tecnología de compresión e intercambio de datos para que la información que circule entre la consola y el dispositivo sea mayor.
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Esto es posible gracias a que el sensor ha sido diseñado de tal forma que pueda ser actualizado por firmware, lo que permite añadir nuevas características, entre ellas el reconocimiento de voz que aún debe llegar a muchos países y que no estaba disponible desde el momento de su puesta a la venta en el mercado.
El captador de profundidad de Kinect está limitado actualmente a 30 imágenes por segundo y a una resolución de 320x420. Aumentando esa resolución a 640x480, esto permitiría captar con total detalle el movimiento de los dedos y la rotación de las manos, algo que otorgaría nuevas posibilidades a la máquina y sólo con una pequeña actualización.